Arranca un Mundial diferente con los favoritos de siempre

El Mundial de Qatar ya está aquí. El planeta fútbol se detiene el próximo 20 de noviembre para ver una cita que cuenta con la habitual pléyade de estrellas entre las que se encuentran Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé, Neymar o Kevin De Bruyne. Ellos son los nombres propios de un campeonato en el que el fútbol está más igualado que nunca gracias a la globalización, pero en el que sigue habiendo favoritos, con los nombres de casi siempre en la primera línea de salida en el camino hacia el título mundial.

Pese a sufrir altibajos, selecciones como Francia, Brasil, Alemania, Argentina, Inglaterra o Bélgica están en boca de todos como posibles candidatas al cetro. Siempre hay que contar con ellas, pero no son las únicas. No es habitual que en un Mundial haya grandes sorpresas levantando el título, pero en Rusia se pudo ver a Croacia quedarse a un paso de la gloria. Ellos se han ganado por derecho propio liderar la otra vía de equipos que esperan colarse entre los favoritos. Modric liderará a un grupo que no ha hecho grandes cambios.

También quieren volver a lo más alto España y Portugal. La Roja sigue en su proceso de búsqueda de identidad de la mano de Luis Enrique y ya demostró en la Eurocopa que mientras tanto es capaz de competir, en tanto que el país luso pretende exprimir la recta final de Cristiano Ronaldo y hacer buena mezcla con la cantidad ingente de talento que tiene en ataque. Si los favoritos se despistan, la segunda unidad no dudará en dar un paso al frente y escribir una página de oro.

Qatar 2022 es la última oportunidad de Leo Messi para subir el último peldaño que le falta para convertirse en el jugador más grande de todos los tiempos. El astro argentino lleva toda la vida preparándose para este momento y acude a la cita con 35 años y listo para hacer historia. Vive un gran momento en el PSG y esta vez llega con un grupo de futbolistas entre los que ha aflorado un gen ganador como hacía tiempo que no se vivía en Argentina. La Albiceleste se hizo el pasado año con la Copa América y se convenció a sí misma de que la tercera Copa del Mundo es posible.

Veinte años. Ese es el tiempo que ha pasado desde que Brasil levantara por última vez el título en Corea y Japón 2002. La Canarinha regresa al continente asiático con la idea de repetir aquella hazaña y lo hace, como en aquella ocasión, con un arsenal ofensivo sin parangón. Los Ronaldinho, Ronaldo, Rivaldo, Juninho o Denilson son ahora los Neymar, Gabriel Jesus, Vinicius, Raphinha, Rodrygo o Antony. El fuerte de Brasil en Qatar será, una vez más, el poder de desequilibrio de sus individualidades y la experiencia que posee en todas las líneas gracias a jugadores experimentados como Casemiro, Marquinhos o Thiago Silva.

Didier Deschamps conserva el grupo que fue campeón del mundo hace cuatro años, pero ha ido haciendo retoques a medida que han ido surgiendo imprevistos. El principal nombre propio es Karim Benzema, que volverá a la cita.

El escalafón de la FIFA no la tiene entre sus favoritas, ya que ocupa el undécimo lugar, pero si algo nos ha enseñado este tipo de torneos es que nunca jamás se puede descartar a Alemania. Quizá no tenga tantas estrellas como el equipo que ganó el Mundial en Brasil y quizá la máquina no esté tan engrasada como en otro tiempo, pero es escuchar la canción pegadiza de turno designada para la cita y los chicos de Hansi Flick se transforman.

Los ‘Three Lions’ llegan a la cita después de quedarse a las puertas de la final en 2018 y como subcampeones de la Eurocopa. Ese es el cartel de un equipo en el que mes a mes hay apariciones meteóricas, en el que Harry Kane comanda un grupo que mezcla a la perfección veteranía y juventud y en el que los nuevos piden paso. Phil Foden es ya una referencia, Jude Bellingham pretende serlo y otros como Marcus Rashford, Reece James, Jack Grealish o Saka.

Qatar y Ecuador juegan hoy el partido inaugural

Que empiece a hablar el fútbol. El banderazo de salida del Mundial de 2022, tras el preámbulo marcado por la mayor polémica de la historia de este campeonato, se dará entre los que son, en teoría, los dos rivales más débiles del grupo A, la selección anfitriona y una Ecuador que regresa tras una edición de ausencia.

El balón tomará la palabra en el momento en el que el colegiado italiano Daniele Orsato dé la orden de salida en el estadio Al Bayt y las 60.000 gargantas comiencen a alentar a los futbolistas, un grito con el que se espera acallar las críticas que hasta ahora rodean al Mundial.