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Un inicio de temporada atípico ha dificultado las cosas al CB Salou. A las bajas de Ronnie Gundo e Iker Montero, se sumó la imposibilidad de poder jugar en casa durante las primeras siete jornadas. Los azules debutaron el pasado domingo ante su público, en un choque en el que dominaron durante la primera parte, pero que dejaron escapar en la segunda a causa de las pérdidas de balón y las dudas en el rebote.
Es una dinámica que se repitió la jornada anterior en Cartagena. El Salou presentó un juego intenso en la primera mitad, elaborando las acciones, sin precipitación, y consiguiendo buenas situaciones de tiro. Una propuesta que funcionó en los primeros cuartos, pero que se fue desvaneciendo durante la segunda mitad.
Pasados los nervios del debut, los salouenses afrontan el choque ante el CB Cornellà como una oportunidad para dejar atrás los dos últimos partidos y conseguir la primera victoria como local, que sería el tercer triunfo de la temporada.
Pequeños detalles
El hecho de que el Salou sea nuevo en esta categoría puede provocar algo de vértigo a la hora de hacer lo más difícil: cerrar los partidos. Sin embargo, el juego está ahí, y los de Jesús Muñiz han ido amoldando su propuesta. La vuelta de Montero y Gundo también ha provocado que el técnico tenga más variantes a la hora de decidir cómo hacer daño a los rivales. Y aunque los dos aún estén entrando en dinámica, sus cualidades permitirán dar un nuevo aire al equipo. Delante tendrán a un Cornellà que viene de perder cuatro de los últimos cinco partidos. El conjunto dirigido por Mateo Rubio se coloca octavo en la tabla (3-5), mientras que el CB Salou se sitúa en decimosegunda posición (2-6).
Los azules quieren desquitarse después de las dos últimas derrotas para empezar un nuevo camino en LEB Plata. Un nuevo camino en el que el Municipal de Salou tiene que convertirse en un activo importante, en un fortín.
