Caminos cruzados

Jannick Buyla y Francesc Fullana compartieron estancia en Tarragona durante la primera vuelta de la presente temporada. Ambos estaban llamados a ser dos jugadores importantes en la sala de máquinas. Dos futbolistas de perfil diferente, pero que habían dominado el bronce en un pasado reciente.

El mercado de invierno actuó como elemento de separación cuando desde la entidad grana, y con el beneplácito del cuerpo técnico, se le decidió buscar una salida al balear. Así se ponía punto y final a una pareja de mediocentros que estaba llamada a hacer grandes cosas, pero que ni siquiera compartieron tantos momentos sobre el césped como se esperaba.

El destino quiso que Fullana encontrará su nuevo destino en el UCAM Murcia. Aquel club no suena corriente para un Jannick Buyla que la pasada temporada también aterrizo allí en el mercado de invierno en calidad de cedido por el Zaragoza. Allí aprovechó la oportunidad y se consolidó como uno de los centrocampistas con más futuro de la categoría, llevando al conjunto universitario al play off en el que cayó ante el Ibiza tras caer ante el UCAM. Sin saberlo cerró su llegada al Nàstic porque el conjunto grana le tuvo siempre como una prioridad en verano y el jugador guineano desestimó ofertas de Segunda División con la intención de ser una pieza capital en un club puntero de la Primera RFEF.

Buyla, ¿titular de nuevo?

Lo de Buyla en Tarragona sigue siendo una historia de idas y venidas. Su fútbol tiene quilates, pero le falta consistencia. Por eso no ha podido tener una regularidad en el once titular. Es cierto que tampoco está pudiendo jugar en su posición natural y en la banda izquierda intenta sumar, pero es un contexto que en muchas ocasiones le nubla. Pese a ello está mejorando mucho su rendimiento en las últimas semanas y frente al Castellón fue titular y completó 82 minutos sobre el verde. Fue el premio a una buena segunda mitad en Linares en la que fue de los pocos jugadores que se salvó en la derrota grana.

Ahora vuelve a la Condomina con la intención de intentar seguir cogiendo minutos en el once titular. Los necesita para sacar una gran versión suya en la que Raül Agné siempre ha confiado. Otra cosa no, pero el técnico de Mequinenza siempre ha dejado claro su devoción por el internacional de Guinea. 21 partidos jugados en los que ha sido titular en 9 de ellos es hasta ahora su hoja de servicios.

Francesc Fullana eligió Murcia para prolongar su carrera tras un año y medio en Tarragona. El mediocentro balear fue un futbolista que jugó con regularidad, pero que nunca rompió este techo alto que se le colocó. Quizás por el contexto de juego que se le presentó o por otras razones, pero no llegó a ofrecer ese rendimiento diferencial que se esperaba. Eso sí, su profesionalidad siempre fue intachable y no se puede hablar nunca de un mal rendimiento cuando se hace referencia al centrocampista balear.

En Murcia, Fullana ha seguido gozando de esa etiqueta de titular. Suma 12 partidos jugados en los que ha acumulado 10 titulares. Es pieza clave, pero convive con la responsabilidad de andar peleando por el descenso en un club que hace poco tuvo sus años de gloria en Segunda División y que este año diseñó un proyecto para el ascenso que ni mucho menos se ha dado. Como consecuencia ya se han sentado tres entrenadores en el banquillo universitario (Salmerón, Salva Ballesta y José Manuel Aira). Este sábado, Fullana se medirá a sus excompañeros. Un vestuario grana que le recuerda con afecto porque se ganó el cariño de todos.