No existe competición más caprichosa, imprevisible y, a veces, injusta que la Champions League. Cuando uno parece tener ya la trama totalmente controlada y su desenlace casi escrito, surge de repente un nuevo giro de guion que nos deja a todos con la boca abierta. Decía Gerard Piqué hace unos meses que el fútbol ya no es tan emocionante. La ignorancia y la prepotencia son demasiado atrevidas.
Inter y FC Barcelona protagonizaron una de las mejores eliminatorias de los últimos años. Dos partidos antológicos, repletos de emoción y goles, en los que dos estilos antagónicos chocaron y ofrecieron argumentos sólidos para merecer el billete a la final. Cada uno a su manera. Al final, lo obtuvo el equipo italiano. Su fútbol no es una oda a lo ofensivo, pero sí a lo competitivo. Y la ‘orejona’ es un trofeo que suele conquistar el conjunto que juega con más inteligencia, no necesariamente el que lo hace más bonito.
El Barça estuvo a solo tres minutos de la final de Múnich tras remontar un 2-0 en la segunda mitad. De nuevo, los de Hansi Flick demostraron por qué son el mejor equipo ofensivo de toda Europa. Una máquina de generar ocasiones y marcar goles, en la que Lamine Yamal, con solo 17 años, asusta. Un conjunto azulgrana que logró seis goles en total en unas semifinales de Champions. El Inter de Milán había recibido cinco en toda la competición antes de la penúltima ronda.
¿Entonces por qué no pasó el Barça? La respuesta, más allá de posibles errores arbitrales —que, como siempre, se analizarán en función de la bufanda desde una óptica u otra—, está en la defensa. Es cierto que el equipo de Hansi Flick es el mejor a nivel ofensivo, pero también hay que reprocharle —si quiere subir el nivel y ganar la Champions más pronto que tarde— que defensivamente recibe goles con demasiada facilidad. Plantea partidos en los que el intercambio de golpes no cesa. Ahí se siente fuerte, y es una moneda al aire que le suele salir cara en la mayoría de encuentros, porque pocos equipos pueden ofrecer resistencia.
que más bonito juega, pero el Inter es el equipo que mejor compite
Sin embargo, el Inter es un señor equipo que ha demostrado merecer un mayor respeto. Un cuadro capaz de marcar siete goles haciendo el fútbol fácil. Le ha atacado al Barça mediante transiciones y balón parado. Con solo dos armas le ha marcado siete veces y ha demostrado que en el fútbol todos los caminos pueden ser válidos para alcanzar la victoria.
Además, también hay que reivindicar la importancia del portero en el fútbol. Solo se habla de delanteros, pero de verdad, los arqueros ganan partidos y campeonatos. El Inter tuvo un portero, Sommer, que paró mucho, y el Barça un portero, Szczsny, que no paró nada.
El Barça, con un gran presente y un futuro ilusionante, debe aprender de esta eliminación, que ahora duele tanto. Detalles que ahora no controla, quizás en un futuro lo hará. A veces, en el fútbol deben de dejar pasar cosas a lo largo de un partido, y eso es algo que ahora mismo no cabe en su cabeza. Lo que está claro es que ganar una Champions no es nada fácil, porque exige fútbol, inteligencia, corazón... y suerte.