El Andorra se pasea por el Nou Estadi

Clara superioridad del conjunto tricolor que destroza a un Nàstic abatido en solo una mitad

26 enero 2022 21:18 | Actualizado a 26 enero 2022 21:23
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Empieza a convertirse en una tradición que el Andorra se desate en el Nou Estadi. Llevan tres años haciéndolo. Vaya, cada vez que vienen a Tarragona. La última aún lo arregló el Nàstic con una remontada milagrosa, más épica que futbolística. Pero en esta ocasión no hubo discusión alguna. El equipo de Eder Sarabia ofreció un espectáculo. Una sesión de fútbol exquisita a la que no hubo respuesta desde el costado grana.

No vale la pena ni excusarse en el penalti, riguroso de los primeros minutos. Ni en los nuevos fallos ante portería. Fue un baño. Un vapuleo futbolístico de dimensiones bíblicas que no tuvo continuidad en el segundo tiempo por compasión.

El Nàstic que venía de hacer uno de sus mejores partidos como visitante completó uno de los peores de la temporada como locales. El peor y le costó una goleada sonrojante.

La sesión comenzó con un penalti ridículo que se inventó el colegiado valenciano Iván Muñoz. Nieto se dejó caer en el área cuando el defensa grana ya le tenía ganada la posición. Tiró de engaño, picó el árbitro y transformó la pena máxima Marc Fernández. No era la mejor manera de comenzar el choque. Peor ya advertía de por dónde podían ir los tiros.

El Andorra quiso aprovechar ese momento de incertidumbre que provocó el gol tempranero para imponerse. Con su habitual juego asociativo fue acorralando al Nàstic que sufría yendo de lado a lado. Ni la olían los jugadores granas, superados en todas las fases. Manu García mantenía al equipo con sus intervenciones ante los disparos visitantes.

El equipo de Raül Agné achicaba agua como podía ante el dominio total del Andorra. El panorama empeoraba con la lesión de Dani Romera al cuarto de hora de juego. El delantero notó molestias en la primera llegada interesante del Nàstic al área visitante. Un centro corto de Simon que atrapó Ratti sin problemas.

El choque seguía siendo ‘tricolor’ (aunque ayer vestían de un amarillo fosforito). Para refrendarlo llegaron el 0-2 y el 0-3. Dos errores garrafales de una defensa que hace tres días mostró un nivel de firmeza pocas veces visto esta temporada. En La Línea fue el día de la zaga, ayer la noche más cerrada. Falló Aythami estrepitosamente en una cesión de cabeza a Manu García. Se le quedó cortísima. Nieto solo tuvo que seguir la jugada, que comenzó con un despeje desde atrás con criterio, para llevarse el balón, regatear y marcar a placer.

Los de Eder Sarabia seguía ejecutando su plan futbolístico de una manera bestial. Sin discusión alguna. Manejando como querían. Nadie del Nàstic respondía. Solo trataban de correr hacia atrás para evitar daños mayores. Sufrían del primero al último. También el ‘capi’ Joan Oriol al que el cambio de lado para ocupar la posición del lesionado Albarrán le pasó factura. Martí Vilà le ganó un palmo para poner un centro que Nieto testó cruzado para sentenciar el choque. Ni los centrales estuvieron acertados ni Manu García. Con 0-3 poca confianza había de que se repitiera la hazaña de la remontada del curso pasado, cuando se pasó del 0-2 al 4-2 en 20 minutos con diez jugadores granas en el campo. Con lo que le cuesta marcar uno como para anotar tres o cuatro. Porque siguen negados de cara al gol. Hasta el punto de que Pedro Martín, en su afán de marcar, le sacó un gol a Nil en la misma línea de gol. El delantero malagueño malversó una nueva oportunidad, quizás la última, para demostrar que quiere y puede ser titular. La sensación es que la venta a la India no hubiera sido un mal negocio.

El Andorra se apiadó del Nàstic en el segundo tiempo. Bajó el ritmo y se limitó a dosificar esfuerzos. Ni así el Nàstic conseguía marcar. Carbia y Pablo lo tuvieron pero siguiendo con la línea de los últimos encuentros, todos los disparos se iban fuera. El ánimo de la parroquia grana estaba por los suelos. Al cuarto de hora del segundo tiempo empezó el degoteo de aficionados que desfilaban hacia su casa. Algunos incluso no aguantaron más allá del descanso. Helados, hastiados del sometimiento andorrano y temerosos de que lo está por venir traiga más sufrimiento que alegrías.

FICHA TÉCNICA:

Nàstic. Manu Garcia, Joan Oriol, Quintanilla, Aythami, Nil (Bonilla, 57’), Ribelles (Valverde, 70’), Del Campo, Elías Pérez, Pedro Martín (Pablo Fernández, 46’), Robert Simón y Dani Romera (Carbia, 20’).

Andorra. Ratti, Adri, Aguado, Héctor, Fernández (Alti, 62’), Molina (Ivan Gil, 80’), Diego, Nieto (Ruben Enri, 80’), Martí Vilà, Bover (Morer, 73’) y Pastor (Vergés, 62’).

Goles. 0-1, Marc Fernández de penalti (5’); 0-2, Nieto (30’); 0-3, Nieto (33’).

Árbitro. Iván Muñoz (Colegio valenciano).

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