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    Envidia sana

    Tarragona mira desde la distancia la felicidad de Girona por el ascenso de sus equipos a Primera y ACB al tiempo que se pregunta qué le falta al territorio para emular esos éxitos

    20 junio 2022 22:15 | Actualizado a 21 junio 2022 07:00
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    Girona salió este lunes a la calle para celebrar el éxito de los dos principales clubes deportivos de la ciudad. En un domingo de auténtica locura el Girona FC conseguía el ascenso a Primera División tras ganar en el Estadio Heliodoro Rodríguez López al Tenerife por 1-3. Un triunfo que llegó solo unas horas después de que el Bàsquet Girona, comandados por el presidente-jugador Marc Gasol, lograra subir a la ACB despachando al Estudiantes (60-66) en la Final Four disputada en Fontajau. Mientras los gerundenses disfrutan de sus dos equipos, en Tarragona se extiende un sentimiento de envidia sana. Al mismo tiempo que se hacen la misma pregunta por qué siendo la segunda área metropolitana más grande de Catalunya, con una población y un PIB superior al de Girona la Primera División y la ACB queda tan y tan lejos. La respuesta ni es fácil ni tiene una explicación única.

    Berni Álvarez, exjugador ACB y entrenador del primer equipo del CB Tarragona, expone algunos de los aspectos que en su opinión lastran al crecimiento de los equipos de la provincia. Por un lado señala que en Girona se ha hecho una gran inversión económica en sus equipos de fútbol y baloncesto. Una apuesta que ha llegado sobre todo por parte de la financiación privada y externa. El Girona FC forma parte del conglomerado de clubes City Football Group Limited (CFG), los mismos que gestionan el Manchester City. Mientras que el Bàsquet Girona fue fundado en 2014 por el propio Marc Gasol para ocupar el espacio que dejó el mítico Akasvayu Girona, equipo en el que jugó. «Nosotros no hemos conseguido atraer ese tipo de inversión externa, en parte por culpa de la viabilidad de los clubes. La gente que puede financiar proyectos deportivos del territorio no se los acaba de creer». En este punto el técnico también se muestra autocrítico: «Tenemos un complejo de inferioridad que no tiene sentido, pero que ha hecho perder la oportunidad de aprovechar nuestros momentos. Cuando el CBT ha tenido opciones de jugar un play-off en LEB Oro para subir a ACB o el CV Sant Pere i Sant Pau ha estado en Superliga1 y jugando Europa no hemos conseguido arraigar el proyecto». También apunta a la responsabilidad de las administraciones públicas tarraconenses de no ir todas a una. Berni Álvarez recuerda el papel que jugó la Diputación de Lleida en su etapa con el conjunto ilerdense: «Tenían un papel más activo con ARA Lleida».

    Nosotros no hemos conseguido atraer ese tipo de inversión externa, en parte por culpa de la viabilidad de los clubes», Berni Álvarez

    Berni Álvarez mira el éxito gerundense «contento, porque es un club catalán, pero con un punto de envidia y algo de rabia porque tienes la sensación de que Tarragona estamos algo olvidados, que siempre se mira hacia el norte». «Hay potencial, tenemos clubes que disponen de las mismas infraestructuras que las de Girona, o no tan distintas que las que tenía el Bàsquet Girona cuando comenzó hace siete años», dice.

    ¿Realmente hay tanta distancia entre los dos territorios? Maria Carme Blay, jefa de la Representació Territorial de l’Esport a Tarragona entiende que «tan lejos no estamos de Girona». La también alcaldesa de Montbrió del Camp destaca el «modelo de éxito» que ha sido el Reus Deportiu esta temporada. Los rojinegros derrotaron al FC Barcelona en las semifinales de la OK Liga. De los cinco Clásicos jugados en la eliminatoria de play-off el cuadro reusense se llevó tres. Además, Blay también pondera los factores incontrolables o los detalles que impidieron el ascenso del Nàstic a Segunda División. De haberlo conseguido esa diferencia entre territorios deportivamente hablando se vería ligeramente diferente.

    «Tenemos que creer en nosotros mismos, en nuestras posibilidades», Maria Carme Blay, jefa de la Representació Territorial de l’Esport a Tarragona

    A nivel de administración la representante territorial remarca que la inversión que realiza la Generalitat «es la misma para todas las demarcaciones». Añade una realidad y es que «el deporte de élite no puede ir de la mano de la Generalitat». Tiene claro que Tarragona no tiene nada que envidiar a nivel de infraestructura con Girona y «más ahora con el Palau». Como Berni Álvarez, Carmina Blay pide más confianza en el territorio desde fuera, pero también «creer en nosotros mismos, en nuestras posibilidades».

    «El ‘pool químico’ debería tener un compromiso más fuerte con el deporte y la ciudad», Antoni Pinilla, exjugador y exdirector general del Nàstic

    Antoni Pinilla, jugador del Nàstic entre 2001 y 2008, añade otro elemento que mantiene a Tarragona lejos de la élite, «mucho conformismo». El exdirector general grana (2008-2009) apunta a esa «falta de ambición o de entusiasmo» como uno de los problemas del Nàstic, pero lo extrapola a otros proyectos de ciudad como la Tabacalera o el Banc d’Espanya. «Todo está igual que cuando llegué hace 21 años», dice. Mientras en Girona «hay una gestión profesional del club, en el Nàstic no la hay, y cosas que me explicaban cuando era jugador (Ciudad Deportiva o los módulos de vestuario del campo de césped artificial) está en el mismo punto, no ha habido evolución». Tarragona tiene mucho trabajo por delante.

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