La atleta que nunca se rinde

Marta Galimany descansa estos días en Valls con la satisfacción de haber protagonizado el mejor maratón de su trayectoria internacional después de ser undécima en el Europeo de Múnich (2:31:14 horas). Tuvo además una recompensa extra, alcanzar la medalla de plata por equipos liderando el cuarteto español junto a Irene Pelayo (16ª, 2:33:15h.); Elena Loyo (18ª, 2:34:56h.) y Laura Méndez (31ª, 2h39:15h.).

Detrás de tan magnífica actuación y resultado se esconde una exhaustiva preparación diseñada por su entrenador y pareja, el también vallense Jordi Toda.

Pero en esta ocasión hubo además momentos de malestar personal, nervios y muchas dudas en las horas previas al pistoletazo de salida que pusieron incluso en entredicho la participación de la propia Galimany en la cita continental.

Todo se remonta al sábado 13 de agosto (el maratón se disputaba el lunes 15 a las 10.30 de la mañana). Después de la cena en el hotel de concentración de la selección española en Múnich, problemas estomacales provocaron que Marta no pudiera pegar ojo en toda la noche.

«Tengo intolerancia al gluten y, aunque siempre aviso en los hoteles donde nos alojamos y preguntamos antes de comer, seguramente tomé algún alimento que lo contenía», reconoce la propia Marta sobre el inesperado percance que acabó sufriendo.

Afortunadamente la noche siguiente, gracias a la actuación de los servicios médicos de la Federación Española, la atleta vallense pudo dormir y descansar, un aspecto fundamental en una prueba tan exigente como es el maratón y sus 42,195 kilómetros de distancia.

El día de la carrera padecía aún algunas molestias y en el momento del inicio Marta no lo tenía del todo claro. Le invadían bastantes dudas sobre cuál sería su rendimiento, aunque fueron desapareciendo a medida que la carrera iba desarrollándose. «El cuerpo me respondió y creo que no afectó a mi rendimiento», añade la maratoniana del equipo Adidas que llegaba a la cita de Múnich en su mejor estado de forma de siempre y con muy buenas sensaciones después de quedar descartada su participación en el Mundial de Eugene para centrarse en exclusiva en este Europeo.

Galimany se mantuvo en el grupo de cabeza hasta el medio maratón, momento a partir del cual empezaron a abrirse algunos huecos aunque con Marta siempre en el top 15 y dando la cara en todo momento. Finalmente acabó en la undécima plaza, la mejor posición en un prueba con la selección de una Marta que nunca se rinde.

La guinda del pastel fue la consecución de la medalla de plata por equipos junto a sus compañeras (puntuaban las tres mejores), un logro al alcance solo de las elegidas.

El próximo gran objetivo del calendario internacional para Marta Galimany será el Mundial de 2023. Se celebrará en Budapest (Hungría), dentro de un año exactamente, del 19 al 27 de agosto, pero la vallense tiene ahora mismo encarrilada su participación a tenor de los requisitos que ya ha hecho públicos la World Athletics: una mínima de 2:28:00 horas que debe establecerse entre el 1 de diciembre de 2022 y el 30 de julio de 2023 que Galimany cumple después de correr en 2:27;63 en el maratón de Sevilla que disputó el pasado 20 de febrero de 2022. Ahora falta por ver los criterios que fijará la Española.