La cóctelera táctica de Anquela

El técnico jienense sigue en busca del esquema y la idea de juego. Ha probado diversas variantes de la temporada

26 octubre 2018 18:07 | Actualizado a 26 octubre 2018 18:10
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Nadie puede acusar a Juan Antonio Anquela de inmovilismo táctico en su etapa el frente del Real Oviedo. El técnico jienense ha demostrado tener capacidad para agitar la coctelera cuando las cosas no surgen. También hay que recalcar que ha tenido los ingredientes suficientes para ello. La plantilla del Oviedo presenta calidad y cantidad a partes iguales.

En todo caso, es un equipo irregular que todavía anda en busca de ese esquema táctico y ese modelo de juego que le permita encadenar una serie de resultados positivos que le catapulten de manera definitiva a los puestos de vértigo de la tabla. En la actualidad, ocupan la séptima plaza de la tabla, uno posición que sabe a poco viendo las posibilidades de plantel que presenta.

Anquela ha utilizado hasta tres diferentes esquemas tácticos en lo que va de temporada. Comenzó la temporada arropado en el 4-3-3, aunque también utilizó el 4-2-3-1 con Boateng como mediapunta. Sin embargo, en las últimas jornadas ha ido probando variantes con diferentes suertes.   

Hace tres fechas, alineó un 3-4-3 ante el Albacete en el Tartiere que le funcionó ya que el cuadro azulón se llevó la victoria por un 1-0. Era el regreso a un sistema que ya utilizó la temporada pasada. No obstante, en el último partido como visitante regresó a la defensa de cuatro, poblando más la medular y compareciendo en el Wanda Metropolitano ante el Rayo Majadahonda con un 4-1-4-1 que no terminó de funcionar ya que cayeron en la agonía con un solitario gol de Luso.

Por ello, en la jornada pasada frente al Osasuna volvió a apostar por el 3-4-3 en el Tartiere que le había dado buen resultado frente al Albacete.  Sin embargo, un tempranero gol del Osasuna provocó que el choque se pusiera muy cuesta arriba desde un comienzo. Con el paso de los minutos, los rojillos cada vez eran más superiores y en la segunda mitad, Anquela realizó un cambio táctico clave en el devenir del encuentro.

El técnico jienense introdujo en el campo a Ibra Balde, delantero centro, por Juan Forlín, central en la defensa de tres. El sistema de juego pasó de un 3-4-3 a un 4-4-2 que tuvo unas consecuencias drásticas para el resultado final. El Oviedo no solo remontó (2-1) sino que con el cambio pasó a ser un equipo que se llevó por delante al Osasuna. En defensa fue fiable, pero sobre todo el viraje vino en fase ofensiva, donde los azulones sacaron a relucir todo su potencial. Desde la banda para dentro, la estampida finalizó con un gol de Berjón en el 90’ que le dio los tres puntos.

Las dudas son evidentes, es difícil intuir como va a saltar el Oviedo al Nou Estadi. ¿Dará continuidad al 4-4-2 que tanto le funcionó ante el Osasuna, apostará por el 4-3-3 habitual de los primeros partidos o seguirá dándole cancha al 3-4-3 con el que soñó con el ascenso el curso pasado? El domingo saldremos de dudas. 

Comentarios
Multimedia Diari