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El Reus se quedó fuera de la Golden Cup cuando tuvo el billete a cuartos en sus manos durante casi todo el partido. Eloi Mitjans fue su verdugo con un triplete que firmó las tablas en el marcador (4-4) y que mandó a los rojinegros para casa.
Si Marc Julià desató la guerra frente al Oliveirense, Sergi Aragonès lo hizo ante el Noia todavía más rápido. Tardó exactamente seis segundos en abrir la contienda. Fue en una de esas jugadas individuales suyas que culminan con disparos repletos de potencia en los que al rival solo le queda rezar. En este caso fue inapelable y colocó al Reus en una situación privilegiada.
Ante el Oliveirense adelantarse en el marcador fue un acto engañoso porque el Reus no supo gestionar la ventaja. Aprendió de sus errores frente al Noia porque supo controlar su reacción tras el gol. Puso bisagras en defensa y resistió hasta que Eloi Mitjans castigó con un disparo potente que superó a Zapater. Si alguien esperaba a un conjunto rojinegro se equivocó porque tras el tiempo muerto de Jordi García apareció el laboratorio. El Reus ejecutó con eficacia el diseño de una jugada que le devolvió la ventaja en el marcador a las primeras de cambio. La jugada concluyo con un pase de Diego Rojas a Joan Salvat que no perdonaba en el segundo palo.
El propio chileno aparecía pocos instantes después para aprovechar la inercia y abrir brecha en el marcador. Fue en una transición, el gran dolor de cabeza ante el Oliveirense, que condujo Sergi Aragonès y culminó la joya chilena. El resultado al descanso era de 1-3. Tan interesante como peligroso. Se habían consumido 10 minutos de la segunda mitad y el Reus apenas sufría, pero Pujades apareció para provocar un penalti que Xavi Costa no marcó a la primera, pero sí en el rechace. 2-3, todo por decidir. Otra vez el Reus reaccionó rápido. Fue Julià que transformó una falta directa por la décima falta del Noia. Un 2-4 que tampoco duró porque el Reus cometió la décima y Mitjans no perdonó la directa.
La cosa todavía se complicó más cuando Mitjans volvió a aparecer para penalizar un error en la salida y marcar el empate a cuatro. Julià tuvo el pase con otra falta directa. Pero falló y allí se esfumó el sueño. Fuera de la Golden Cup.
