Las cuentas pendientes del Nàstic tras el cierre de la temporada

Lo primero de todo es desvelar si hay o no cambios en el máximo órgano de dirección de la SAD. En los últimos meses circulaban rumores sobre posibles cambios con la llegada de nuevos inversores. Un movimiento que podría afectar de manera directa a la situación del empresario sueco Fredrik Wester. Miembro del Consejo de Administración desde hace casi dos años -entró en junio de 2021- su inversión directa en el club grana podría representar un crecimiento de su poder dentro de la dirección. Sin olvidar que Josep Maria Andreu también ha cubierto parte de las ampliaciones de capital de los últimos años, por lo que ha mantenido su posición como máximo accionista. Todo está abierto. Incluso que todo siga igual como hasta ahora. En cualquier caso, un mensaje aclaratorio daría estabilidad y acabaría con la rumorología que existe en el entorno, así como con la incertidumbre actual.

El puesto más caliente del Nàstic, junto con el de entrenador, en las últimas temporadas, desde que se fue Emilio Viqueira, también sufrirá cambios. Comenzó la temporada recién finalizada con David Comamala. El gerundense aguantó la embestida de la destitución de Raül Agné. Pero su elección por Iñaki Alonso le sentenció, junto con el técnico de Durango. Sergi Parés recuperó el puesto y está realizando las labores correspondientes. Eso sí, todo apunta a que tendrá compañía próximamente. Un nuevo miembro en la comisión deportiva que vendrá a reforzar esa parcela o a dirigirla.

No hay proyecto sin capitán. Por eso antes de levar anclas, se tiene que tomar una decisión sobre el responsable de dirigir el navío grana en la tercera temporada en Primera Federación. Uno de los candidatos es, obviamente, Dani Vidal. El joven entrenador de 30 años cerró el curso con unos números más que notables. Por muchos ‘peros’ que se le quieran añadir, la estadística es irrefutable. El técnico tarraconense ha conseguido cifras de play-off: 1,69 puntos por partido. Para tener una referencia, la pasada temporada, en la que el Nàstic consigue meterse entre los cinco mejores del campeonato, lo hace con una media de 1,61 puntos que hizo Raül Agné. Es cierto que Vidal ha dirigido al equipo 13 partidos, únicamente. Tan cierto como que los ha sumado en una situación desesperada, con el equipo rondando el descenso desde que asumió el cargo, a un solo punto del abismo.

La carpeta de entrenadores es de las primeras que debería resolverse. Por el bien de todos. Para trabajar hay que tener tiempo y cuanto más tenga el técnico que se siente el año que viene en el banquillo del Nou Estadi, mejor.

Queda un mes justo para que los contratos de los jugadores que finalizan vinculación con el Nàstic dejen de pertenecer a la entidad. Desde enero tienen la libertad para negociar con cualquier otro club, pero algunos están esperando conocer las intenciones de la entidad grana para poder elegir destino. Futbolistas que han dicho públicamente que quieren seguir, como Trilles, aguardan la llamada del Nàstic. Un contacto que podría producirse en las próximas horas. El club tiene previsto comunicar a los jugadores si tienen pensado ofrecer una renovación, qué tipo (si a la baja o no) y la duración. Otros asumirán que no hay ningún interés en seguir contando con ellos y también los que ya tienen la decisión tomada de marcharse de Tarragona. En cualquier caso, todas las situaciones se irán desvelando en los próximos días. No solo de los que acaban contrato. Tener vinculación no es garantía de seguir en el Nou Estadi. Algunos volarán para categorías mejores y otros acordarán rescisiones si alguna de las dos partes prefiere no mantenerse unida la próxima temporada.

Las decisiones pendientes no todas son puramente deportivas. En el aspecto institucional también hay que afrontar asuntos más complejos. Y ninguno lo es tanto como la Ciutat Esportiva de Camp Clar. Un proyecto urbanístico parado y que debía estar ya en funcionamiento. El Ayuntamiento de Tarragona y la entidad se han ido lanzando ‘pullas’ sobre la responsabilidad del no avance de las obras, más allá de un aplanamiento. Habrá que ver cómo afecta el cambio de gobierno municipal, todo parece indicar que el socialista Rubén Viñuales relevará al republicano Pau Ricomà.

Las próximas semanas deberán ir despejándose incógnitas para que el seguidor del Nàstic comience a hacerse una idea del futuro que le espera. Sea el que sea.