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Àlex Gómez está inmerso en un nuevo e ilusionante proyecto. El técnico de l’Ametlla de Mar se convirtió hace algunos días en coordinador del fútbol base del Córdoba. Él mismo explica que «mientras estaba realizando mi trabajo como entrenador de la Academia Nike en Japón, recibí un mensaje de mi amigo y excompañero en el FC Barcelona, Albert Puig (de Cambrils), en el que me planteaba la oportunidad de hacerme cargo del fútbol base del Córdoba». Albert es asesor externo y director de cantera de este club y, «en un principio, pretendía sondearme, pero yo quería volver a entrenar cerca de casa. Me pareció una buena oportunidad coordinar la base de un exequipo de Primera División y estar en una entidad que quiere apostar fuerte por la cantera». Àlex no se lo pensó puesto que «llevaba tiempo lejos, tras vivir muy buenas experiencias en sitios como Hong Kong, Arabia Saudí y Japón,».
El del Baix Ebre tenía que hacerse cargo del fútbol-11 de la base, desde infantil hasta el juvenil de División de Honor, pero «teniendo en cuenta que todavía no hemos encontrado el perfil ideal de responsable para el fútbol-7, yo seré el encargado de coordinarlo todo, desde prebenjamines hasta juveniles». Àlex continua diciendo que «una de las tareas que también nos motivan de manera extraordinaria a Albert y a mi es la de ser los responsables de preparar y dejar a punto al Córdoba B de cara a la próxima campaña».
Según Àlex, la filosofía que tienen previsto seguir estará basada «en la rigurosidad en los entrenamientos y una misma estructura y línea de trabajo, la cual nuestros entrenadores, que pasarán a ser semiprofesionales, tendrán que cumplir. Yo les marcaré una metodología de trabajo que aplicaremos a todos los equipos; sólo variaremos la complejidad en función de la edad y la etapa evolutiva del niño».
Àlex ha pasado a lo largo de su trayectoria por Can Barça y asegura que «exportar el modelo Barça es muy difícil y quizás sería un error hacerlo, porque en el FC Barcelona hace años que trabajan de la misma manera. No se puede conseguir de un año para otro. Lo que sí intentaremos exportar es la idea y el concepto de fútbol colectivo que allí se realiza».
El primer equipo
En otro orden de cosas, respecto a las posibilidades del primer equipo cordobés de volver a Primera División, tras el descenso de este año, el ebrense afirma que «no sé que pasará, pero me gustaría. El club ha realizado una gran campaña de renovaciones de abonados y socios y ha tenido una muy buena acogida; son más de 16.000 y la verdad es que la gente está muy animada tanto con el primer equipo como con la perspectiva que se ha creado en la base».
El preparador de l’Ametlla de Mar ya ha empezado a trabajar en su nueva aventura, aunque comenta que «he cogido unos días libres para poder realizar mi campus (Campus Terres de l’Ebre). Ya vamos por la séptima edición y la verdad es que es un placer para mi poder seguir haciéndolo. Creo que es mi pequeña aportación al fútbol ebrense, al de casa nuestra, y por esto es muy especial».
