Maialen Chourraut completa su triplete de medallas

Piragüismo. A los 38 años, se colgó el metal de plata en la categoría K1 y sumó otro éxito a su brillante palmarés

27 julio 2021 13:43 | Actualizado a 02 agosto 2021 10:41
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La española Maialen Chourraut, campeona en Río 2016 y bronce en Londres 2012, completó su palmarés olímpico en Tokio 2020 con una tremenda plata en la categoría de K1 de piragüismo eslalon.

A sus 38 años, Chourraut volvió a demostrar en el canal de Kasai su carácter competitivo en unos Juegos, con los que tiene un idilio absoluto, y aunque cedió el trono, el segundo puesto tiene un tono dorado indiscutible.

Tan solo la poderosa alemana Ricarda Funk pudo con la palista del Atlético San Sebastián en la final, ya que la que estaba llamada a sucederla, la australiana Jessica Fox, ‘pinchó’ en la bajada definitiva y se tuvo que conformar con el bronce.

La piragüista de Lasarte se había ganado a pulso entrar en su tercera final olímpica consecutiva tras sobrevivir a una bajada muy exigente con un recorrido más que complicado. Su crono, de 109.92, le reportó la séptima plaza y el pase a la gran final. No obstante, sabía que tenía que mejorar su actuación si quería tener opciones de pelear por las medallas. Además, partía la cuarta y luego esperar a ver qué hacían las seis mejores de la semifinal.

No encontró la bajada ‘semiperfecta’ como en Río, pero supo rehacerse en la segunda mitad del recorrido y mejoró el crono hasta 106.63, sin penalización alguna, para situarse en la primera plaza provisional.

A la vista de las rivales, parecía más que complicado resistir en posiciones de podio, pero poco a poco estas fueron haciendo peores tiempos hasta que Funk encontró la recompensa olímpica con otra fase final espectacular para parar el reloj en 105.50, 1.13 mejor que el de Chourraut.

El fallo de la eslovaca Eliska Mintalova (108.36) le aseguró el podio y el irregular descenso de Jessica Fox, con cuatro segundos de penalzación, le situó en el segundo puesto y en su tercer podio olímpico. La palista vasca, que nada más acabar su recorrido mandó besos desde el kayak a la cámara dirigidos a su hija Ane, no se lo podía creer, plena de felicidad por este nuevo éxito tras un ciclo olímpico más que complicado dentro y fuera del agua, en el que acabó con su marido, entrenador y olímpico también, Xabi Etxaniz.

Maialen Chourraut reconoció que había «soñado muchas veces» con este éxito «y con ser la primera chica con las tres medallas», ya que en Londres 2012 había sido bronce y en Río de Janeiro 2016 oro. «Al final lo he logrado junto a Jessica (Fox), a quien admiro mucho. Y ya tengo 38 años ya, así que qué os puedo decir más”, explicó emocionada sobre su triplete olímpico la palista guipuzcoana.

Chourraut reconoció que «aunque hubiese sido cuarta hubiese estado contenta y orgullosa». «Venía satisfecha a estos Juegos y me iba a ir contenta sin medalla, pero la cosa ha ido mejorando y me llevo esta plata quedando entre Jessica (Fox) y Ricarda (Funk), que son dos fueras de serie, con las que he estado compitiendo todo este ciclo olímpico”.

“A Jessica (la gran favorita, tercera) le sabrá a poco porque venía a por el oro, pero son dos chicas que se están acercando a los tiempos de los chicos. Tienen un nivel impresionante. Estar hoy aquí entre ellas es algo que todavía no me lo puedo creer”, apuntó Chourraut, quien explicó que había jugado sus «cartas» y le salió.

«Venía a Tokio con un objetivo y un sueño. El objetivo era ver a una Maialen rápida en el agua, fuerte. Eso era lo que quería ver. Han sido cinco años, un ciclo olímpico duro. Me ha costado muchísimo estar arriba, he tenido que pelear mucho», dijo. En Tokio completó su propia obra de autor con el metal de plata.

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