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Un grupo de deportistas de «grandisímo talento» que representan «un futuro extraordinariamente ilusionante». Con estos términos, el Presidente de la Federación Española de Tiro Olímpico, Miguel Francés, se refería a la delegación nacional que volvía de la Copa del Mundo Júnior con tres oros y un bronce. Entre ellos, Mar Molné llegaba a El Morell, su localidad natal, con dos oros colgados. El primero, en categoría individual. El otro, por equipos mixtos junto a Javier Martínez Fuster.
La ambición de la morellense no termina aquí. A finales de septiembre volverá a enfrentarse ante el reto de un torneo internacional. En este caso, el Campeonato del Mundo Júnior de Perú. Mar Molné va a por todas en la contienda mundial. Su primer objetivo es «llegar a la final», aunque una vez esté entre las mejores, no duda marcarse como meta la medalla. Además, se trata de su penúltima competición en categoría júnior, por lo que la tiradora quiere «terminar contenta y acabar bien el año para entrar en senior con más fuerza».
Ante los recientes éxitos de los tiradores españoles, la Federación ha tomado la decisión de organizar un Centro de Alto Rendimiento en Granada en el que probablemente estará la morellense. Este proyecto significa «un incentivo» para que las nuevas generaciones del tiro olímpico español consigan estar presentes en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Progresión exitosa
La relación de Mar Molné con el tiro viene de familia. Su padre era cazador y de pequeña le acompañaba algunas veces. «Con 13 años le dije que me lo dejara probar y me gustó bastante», relata la morellense. A partir de ese momento, se interesó por el tiro olímpico y entró en la Federació Catalana para saborear un deporte poco conocido entre el gran público. Para Mar, lo que más le atrajo del tiro fue «la adrenalina cuando rompes un plato o directamente los 25 de una serie».
Tras unas buenas experiencias a nivel catalán, probó suerte en campeonatos estatales. Ahí es donde Mar notó por primera vez «la presión y los nervios» de un torneo a escala española, que le lastraron en un inicio. A medida que la morellense se encontraba más cómoda, los buenos resultados caían por su propio peso hasta el punto de lograr una marca para competir internacionalmente.
En 2018 viajó a Alemania, Austria y Corea del Sur. «Me puse las pilas y lo conseguí». Aunque el mayor éxito llegó un año después, en el Campeonato de Europa Junior de Italia. La morellense se hizo con el oro, un «subidón enorme» que le permitió destacar entre las tiradoras españolas. Con estas credenciales, la Federación le ofreció participar también como dama sénior para acostumbrarse al futuro cambio.
Después de la peor época de la pandemia, este año ha sido el de la consolidación definitiva de Mar. Las temporadas en el terreno internacional le han permitido poder controlar los nervios e incluso ser un apoyo para las nuevas compañeras que dan ahora sus primeros pasos en estos torneos. «Cuando llegas con 16 años ves que la gente tiene mucho nivel y dices, ¿qué hago aquí? Ahora ya tengo experiencia y el equipo es una piña».
Los Juegos en el horizonte
La temporada está siendo redonda hasta el momento. Quedó primera en equipos de Dama Sénior durante el Campeonato del Mundo de Italia. Después se llevó los dos oros de la Copa del Mundo Júnior en Kazakhstan. Y además es la subcampeona de España 2021. El reto más cercano es el Campeonato del Mundo de Perú, pero la morellense marca sus objetivos a largo plazo.
Mar tuvo que ver las olimpiadas desde casa, al no poder optar para clasificarse. Ante el televisor, reconoce que sus compañeros le dieron «envidia sana» y le llenaron de ganas para encontrar la máxima motivación. «Paris 2024 es mi principal objetivo», sentencia Mar. La tiradora apunta alto para llevar el nombre de El Morell y de su Ayuntamiento, que siempre le ha brindado el máximo apoyo, a la élite del tiro olímpico mundial.
