Miquel Àngel Iglesias, el mundo como taller de bicis

BTT. El mecánico de Valls arregla bicicletas en las carreras más famosas y extremas del planeta, por escenarios poco propicios para ajustar reglajes

19 diciembre 2019 07:40 | Actualizado a 19 diciembre 2019 07:57
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En medio del desierto, rodeado de tormentas de arena, Miquel Àngel está concentrado en arreglar los desperfectos de la bici. La tiene que dejar lista para la etapa del día siguiente. Pese a las condiciones extremas, como mecánico del equipo debe resolver los problemas técnicos aunque sea improvisando. Un corcho dentro del cartucho del amortiguador puede reparar su función. No importa el contexto, la bici tiene que quedar perfecta para la acción.

Miquel Àngel Iglesias (Valls, 1988) es un trotamundos de las bicis. Como mecánico del equipo Más que bici lleva varios años viajando por los paisajes de las carreras de BTT más conocidas y extremas del panorama internacional, algunas como las africanas Titan Desert y Cape Epic. 

Su pasión por la bicicleta le viene de herencia familiar. Su padre, con el que comparte nombre, fue ciclista profesional en los ochenta e inicios de los noventa, máximo ganador de la clasificación de metas volantes en la Vuelta con cinco triunfos. El vínculo entre padre e hijo sigue muy latente, pues ambos trabajan mano a mano en su tienda ciclista Top Cycling en Valls. Como no, el joven Miquel Àngel se encarga de la reparación de las bicicletas.

Pasión autodidacta. Tras estudiar informática y ser comercial de ventas, volvió a sus orígenes para dedicarse a uno de sus anhelos de toda la vida, la bicicleta

En 2015 empezó a descubrir el mundo a través de las carreras. Un amigo de la tienda buscaba un mecánico de urgencia para la Titan. Miquel Àngel no se lo pensó dos veces y puso rumbo al desierto africano. Así entró en el equipo Más que bici, especializado en competiciones de BTT por todo el planeta.

Desde febrero hasta diciembre Miquel Àngel no para quieto. Cada mes tiene una o dos carreras que le pueden llevar a cualquier punto del globo terráqueo. Una fórmula para compaginar aventuras y trabajo. La temporada que ha hecho más viajes ha sumado trece, aunque su media anual suele ser de una decena. 

Experiencias extremas

«Después del ritmo frenético de una carrera es complicado adaptarte a la rutina. Durante días trabajas bajo una concentración extrema en la que no puede fallar nada. También lo aplico en la tienda pero a pequeña escala, porque si a lo largo de una carrera arreglo quince bicis por etapa, aquí el volumen es menor. La ventaja al estar relacionado con el material y las novedades, es que puedo aplicar ciertos conocimientos al negocio», cuenta Miquel Àngel.

Titan Desert, Cape Epic, Mongolia Bike Challenge, Swiss Epic, Alps Epic, Transcumbres Argentina o Transandes Challenge, son algunas de las carreras internacionales a las que acude Miquel Àngel. Más cerca de casa, ha estado en la Catalunya Bike Race, La Rioja Bike Race, Andalucia Bike Race o Andorra Bike Race. Aunque siempre hablamos de BTT, también ha ajustado reglajes en alguna prueba de ciclismo de carretera como la famosa Quebrantahuesos de Aragón.

Algunos de los ciclistas de referencia del BTT a los que ha preparado la bici son Tomi Misser, oro en el Europeo de BTT, Clàudia Galicia, doble ganadora de la Titan, Enrique Morcillo, Francesc Guerra, Julen Zubero e Ibon Zugasti. Además, otras personas célebres amantes de la bicicleta de montaña como Pedro Delgado, Aleix Espargaró, Luis Enrique Martínez, Dani Rovira, Alex Roca y Valentí Sanjuan.

Ser mecánico en este tipo de pruebas le ha permitido viajar y compaginar su trabajo

A lo largo de estos años, Miquel Àngel ha aprendido a improvisar. Más por obligación que otra cosa. Es lo que tiene vivir situaciones extremas. Al cansancio, los viajes y los cambios horarios, hay que sumarle una meteorología agresiva e imprevisible. Tormentas de arena con tornados que destrozan el campamento en medio del desierto de la Titan o lluvias torrenciales bajo una tienda de campaña en Mongolia son algunos ejemplos. Estos temporales no solo condicionan el lugar de trabajo, también deterioran más las bicis. Escenarios más propios de una epopeya que de una prueba deportiva. 

«He llegado a reparar un cuadro de carbono roto en medio de Mongolia. Cuando estás en el taller, con el horno o con la máquina de vacío es mucho más sencillo. Garantizar la seguridad y buen estado de las bicis sin tener esta maquinaria e inventándote los arreglos sobre la marcha es una de las cosas más complicadas de las carreras a nivel técnico. Pese a ello, somos uno de los equipos con índices más elevados de finishers entre los participantes», confiesa el vallense.  

Muchas de estas carreras suceden en países subdesarrollados con necesidades básicas de todo tipo. «La otra dificultad es psicológica -explica Miquel Àngel-, ya que ves situaciones de pobreza que personalmente te afectan mucho más que los problemas técnicos. Aunque siempre intentamos ayudarles de alguna manera, nosotros estamos preparados para arreglar bicis, no para encontrarnos con estas realidades tan duras. Quizá por eso nos afecta tanto»

 

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