Tres de los cuatro árbitros que pitaron al Nàstic en el play-off ascienden a Segunda División
Solo Domínguez Cervantes, colegiado del partido de vuelta ante el Sanse, se queda fuera del ascenso y figura como árbitro de reserva

De Ena Wolf, árbitro que realizó un gran arbitraje en el Enrique Roca, sube a Segunda División.
El desenlace del play-off de ascenso a Segunda División sigue dejando huella en el entorno del Nàstic de Tarragona, también desde la óptica arbitral. Este lunes se han hecho oficiales los ascensos de árbitros de Primera RFEF a Segunda División, y entre los nombres destacan tres colegiados que dirigieron partidos del conjunto grana en las eliminatorias.
Suben de categoría De Ena Wolf, que arbitró la ida ante el Málaga, Bestard Servera, encargado de la ida ante el Sanse, y Morilla Turrión, cuarto árbitro en esa misma eliminatoria. Todos ellos formarán parte del colectivo arbitral de LaLiga Hypermotion la próxima temporada.
El único que no asciende es Domínguez Cervantes, colegiado del partido de vuelta en Zubieta, donde el Nàstic cayó eliminado tras el polémico empate ante la Real Sociedad B. Pese a quedar fuera de la lista de ascensos, sí figura como árbitro de reserva, una posición que le mantiene cerca del profesionalismo, pero sin plaza fija en la categoría superior.
El dato no ha pasado desapercibido para la afición grana, especialmente después de las críticas recibidas por su actuación en San Sebastián, donde no señaló un posible penalti sobre Marc Fernández en el minuto 93, entre otras acciones discutidas. La polémica arbitral ha marcado el final de temporada para un Nàstic que se quedó a un paso del ascenso y que ha manifestado públicamente su malestar con el estamento arbitral y con la RFEF.
La designación de los ascensos no ha hecho más que alimentar el debate sobre el criterio utilizado en los últimos partidos del curso. Para el Nàstic, el arbitraje fue un factor determinante en una eliminatoria que, por detalles, le dejó nuevamente fuera del fútbol profesional.