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Nuevo inquilino en la portería del Nàstic de Tarragona

Dani Rebollo dio ante el Europa el 'sorpasso' a Toni Fuidias. El meta fue titular en Gràcia después de que el de Berga hubiera sido la apuesta de Luis César las tres primeras jornadas. El de Lepe cuajó una buena actuación en el Nou Sardenya pese a los goles

Dani Rebollo, esta temporada durante un calentamiento prepartido en el Nou Estadi.

Dani Rebollo, esta temporada durante un calentamiento prepartido en el Nou Estadi.Aleix Colilla/Nàstic

Joel Medina

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Dani Rebollo ha dado un golpe sobre la mesa. Recuperó la titularidad en el campo del Europa tras tres jornadas en las que Luis César se había decantado por Toni Fuidias. El onubense firmó una actuación notable en un escenario exigente y se reivindicó. La incógnita ahora es si su regreso desvanecerá el debate bajo palos, en un equipo aún en construcción y con la presión de responder.

El propio Luis César lo había anticipado semanas atrás. En la previa de la visita al Betis Deportivo, el técnico gallego no escondió su razonamiento: "Quiero saber lo que me puede aportar Toni Fuidias. Ya sé lo que me puede aportar Dani Rebollo, pero necesito comprobar lo que puede aportar Fuidias. No me puedo permitir el lujo de no saberlo. Yo lo he vivido en mis carnes, sé lo difícil que es ser portero suplente. Es una decisión mía y necesito saber lo que puede aportar. La liga es muy larga, puede pasar de todo".

Con esas palabras, explicaba por qué había confiado en el guardameta de Berga, cedido por el Girona, en las tres primeras citas. Fuidias debutó ante el Algeciras y repitió frente a Betis Deportivo y Atlético Sanluqueño. El meta, que en los últimos años apenas había tenido continuidad en Cartagena o Girona, buscaba precisamente esa secuencia de partidos para recuperar el tono competitivo.

La pugna con Rebollo, sin embargo, estaba garantizada. El portero de Lepe ya había vivido una alternancia constante en la pasada temporada: suplente de inicio con Alberto Varo, titular intermitente después y protagonista en el play-off, donde defendió la portería grana en los duelos decisivos contra Murcia y Real Sociedad B. Ahora, tras tres partidos de espera, le llegó de nuevo la oportunidad en el Nou Sardenya.

El propio Rebollo relata cómo vivió ese regreso: "Me vi bastante cómodo. Sabía que era el campo creo que más complicado que podemos tener en todo el año por la superficie y las dimensiones. Llevábamos tiempo sin pisar un artificial y sin jugar en un contexto tan chico. A mí me gustan este tipo de partidos donde todo pasa muy rápido".

Se muestra contento con su actuación, pero es exigente: "Creo que hice buen partido. Sé que puedo dar todavía mucho más, pero eso irá también conforme vaya teniendo un poquito más de continuidad".

Lo complicado de no jugar

Su discurso rezuma serenidad y trabajo silencioso. No hay reproches ni excusas: "Siempre he dicho lo mismo: trabajo, siempre me preparo para cuando el míster lo requiera. Y siempre que pueda jugar, pues intentar dar el 100% para ayudar al equipo y al club. Otro camino no hay".

Durante las tres jornadas de suplencia, se aferró a la rutina y al esfuerzo personal: "Cuando uno juega o cuando no juega, siempre digo que hay que centrarse en lo que tú puedes controlar, que es entrenar bien, cuidarte, hacer tu trabajo de gimnasio". 

"En mi caso, por ejemplo trabajo con una chica el aspecto psicológico, que creo que es muy importante, sobre todo cuando no estás jugando. Ahí es donde puedes aprovechar para meter un poco más de carga, para que el cuerpo te responda mucho mejor cuando tengas que jugar. Y es lo que he hecho", expresa.

Rebollo insiste en que esa mentalidad es la que le permite saltar al campo con garantías: "Cuando trabajas bien y tienes la conciencia tranquila, sales el fin de semana y lo haces con el 100% de concentración y sobre todo te encuentras situaciones que ya has trabajado durante la semana".

El estado colectivo

Más allá de su situación personal, no pierde de vista el horizonte colectivo. El Nàstic es un proyecto nuevo, con muchas caras por ensamblar: "Sabíamos que era un equipo totalmente nuevo, que había que conocerse y entenderse con los compañeros. La derrota del otro día dolió, pero el fútbol siempre te da nuevas oportunidades y este sábado tenemos una magnífica para volver a ganar y enganchar a la gente", subraya.

También envía un mensaje claro al entorno: "Todo necesita su tiempo y su proceso. Cada jugador y cada equipo tiene su proceso. Vamos poquito a poco asentando y poniendo ladrillos. Lo único que puedo decirle a la gente es que tenga un poco de paciencia. Sé que llevamos dos derrotas que duelen, pero sabemos que cuando las cosas no van bien siempre suele haber más ruido y es ahí donde un grupo como el nuestro se tiene que hacer fuerte".

Y sobre la exigencia que implica defender la camiseta grana, fue tajante: "El que quiera ser futbolista profesional tiene que saber convivir con esa presión y, sobre todo, en estos momentos. Porque cuando las cosas van bien todo es mucho más fácil y todos tienen más confianza. Pero cuando no se dan tan bien es cuando un futbolista, si quiere ser profesional de verdad, tiene que dar el do de pecho".

Deja claro que su brújula está en el trabajo interno, no en el ruido exterior: "Intento evadirme de lo que se dice fuera. Tanto cuando las cosas van bien como cuando no, hay que ser estable. Y creo que esta semana hemos entrenado a un nivel muy bueno y que el sábado le daremos una gran victoria a la gente para que vuelva a engancharse y recupere la ilusión".

El Nàstic se mide este sábado al Eldense (21.00 horas) en el Nou Estadi. La incógnita sobre quién será el portero titular sigue abierta, pero lo que resulta indiscutible es que la competencia entre Fuidias y Rebollo elevará el nivel de una posición clave. La portería grana, como ya sucedió el curso pasado, se ha convertido en un territorio de máxima rivalidad y exigencia.

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