Con la mirada puesta en el número 1

Esta edición del Abierto de Estados Unidos viene marcada por la incógnita de quién liderará el ranking ATP al finalizar el torneo. Hasta cinco jugadores optan a conseguir el cetro mundial. Tres de ellos dependen de sí mismos, Rafael Nadal, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev que es el actual número uno y el vigente campeón del torneo. Stefanos Tsisipas y Casper Ruud dependen de otros resultados para conseguir ser número uno.

El ruso Medvedev solventó sin mayores problemas su encuentro de primera ronda y se presenta como un firme candidato a la victoria final.

Hoy inician su andadura por el torneo neoyorkino Carlitos Alcaraz que se enfrenta, a partir de las seis de la tarde, al argentino Sebastian Baez y ya en sesión nocturna, a partir de las una de la madrugada hora española, Rafa Nadal jugará contra el asutraliano Rinky Hijikata.

Ambos enfrentamientos se antojan sencillos. Carlos Alcaraz llega al torneo en buena forma pero con falta de resultados. Su tenis ha dado un leve bajón desde su fulgurante inicio de temporada donde se proclamó ganador del Masters 1000 de Miami. Los torneos a cinco sets, como son los Grand Slam, no se le acaban de dar del todo bien al tenista murciano y su mejor resultado son cuartos en el último Roland Garros. Tiene tenis de sobra para hacer un muy buen papel en Nueva York, pero debe tranquilizarse un poco e intentar abstraerse de la presión que le supone que continuamente le estén comparando con el omnipresente Rafael Nadal.

La sombra de Nadal es alargada pero si Alcaraz consigue un buen resultado en este torneo su futuro promete ser impresionante.

Por su parte el jugador mallorquín se enfrenta al número 198 del ranking, pero como el estado de forma de Nadal a día de hoy, genera más de una duda habrá que ver cómo se desenvuelve en la pista, sobre todo con su saque, que es donde más se nota que acaba de salir de una lesión en los abdominales, lesión que le hizo abandonar en la última edición de Wimbledon. Estos días se le ha visto entrenar sin mayores problemas en las pistas neoyorkinas de Flusing Meadows, pero el propio Nadal confesó en rueda de prensa que no se siente del todo a gusto con su saque, bien porque todavía le queda alguna rémora de la lesión o bien porque tiene algo de miedo a la hora de ejecutar el golpe. Solo el tiempo dirá si el físico de Nadal le va a permitir afrontar con garantías el torneo pero claro, estamos hablando de Nadal y con él cualquier elucubración es pura fantasía, porque ya hace tiempo que este hombre ha superado cualquier pronóstico que se haga sobre su persona. De él depende continuar forjando su leyenda y conseguir su Grand Slam número 23 y a la vez alzarse como número uno del mundo. El español no juega en Nueva York desde 2019 y precisamente ese año se proclamó campeón.

En cuanto al torneo femenino las españolas Paula Badosa y Garbiñe Muguruza no llegan, ni mucho menos, en su mejor momento de forma anímico. No han cosechado buenos resultados en sus últimos torneos. Esperemos que estén entonadas y nos den buenos momentos de tenis.

La nota más destacada en el cuadro femenino es que será el último torneo de la archicampeona Serena Williams. Nadie como ella nos ha hecho disfrutar con su tenis y va a dejar un enorme vacío en el circuito. En esta edición también va a jugar el torneo de dobles junta a su hermana Venus y va a intentar, en el individual, igualar en victorias de Grand Slam a la australiana Margaret Court que ostenta el record tanto en femenino como en masculino con 24.

En manos de Serena Williams y Rafael Nadal está que esta edición del abierto estadounidense quede para la gloria.