La pesadilla de la olímpica tarraconense Sonia Franquet con su acosador

Su expareja, el también tirador olímpico Jorge Llames, ha sido condenado por acoso a la deportista de Ascó

15 marzo 2021 13:40 | Actualizado a 15 marzo 2021 16:10
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Sonia Franquet espera que por fin termine la pesadilla que ha vivido los últimos años, en los que ha padecido un auténtico calvario, desde el momento en que decidió poner fin a su relación de pareja de nueve años con el también tirador de la selección española y olímpico, Jorge Llames, condenado ahora por acoso.

Desde la ruptura, el acoso al que se vio sometida la deportista de Ascó fue en aumento, hasta que no pudo soportar más tanta presión y lo denunció. Antes ella le había pedido en varias ocasiones que la dejara tranquila, pero sin obtener una respuesta positiva. «Tuve mucha paciencia y en principio me resistía a tomar la decisión, pero llegando finalmente a la conclusión de que la única forma de pararle los pies era presentando una denuncia», reconoce Franquet.

La Navidad de 2017 Sonia pasó las vacaciones con su familia en Ascó y a la vuelta le comunicó a Jorge la decisión de no continuar con la relación. Aquello desembocó en el inicio de la persecución: «Me llamaba continuamente al móvil y en casa. Me seguía. Sabía cuándo entraba, cuando salía, donde estaba. Me lo encontraba en todas partes». Pero todo se complicó aún más el Mundial de Corea, en abril de 2018: «Aunque no participaba, se desplazó. Pedí que no se me acercara, pero llegó a irrumpir en mi habitación. A la vuelta, decidí denunciar».

Sonia Franquet decidió seguir adelante y denunció el acoso que sufría en mayo de 2018. El juez, además de decretar una orden de alejamiento de 400 metros, obligó en ese momento a Jorge Llames a entregar las armas, teniendo que dejar de competir.

La tiradora de Ascó vivió episodios complicados, como en una competición en Logroño, cuando algunos compañeros de club de Llames, salieron con una camiseta reivindicativa a favor del tirador. Franquet llamó al Comité Olímpico Español, que ordenó a los tiradores quitarse la camiseta para competir.

A finales de febrero se celebró el juicio en que Llames reconoció todos los hechos, que asediaba, vigilaba, perseguía e, incluso, que protagonizó un altercado violento, por lo que fue condenado en sentencia firme contra la que no cabía recurso, a 80 días de trabajo en beneficio de la comunidad, así como a no acercarse a Sonia a menos de 500 metros.

Sonia Franquet es Policía Nacional en la comisaría de Gijón y, a pesar de contar con un excelente palmarés internacional, con la medalla de plata en los Juegos Europeos de Bakú, bronce en los campeonatos europeos de Deauville y Maribor, y diploma olímpico en Río de Janeiro, participando también en las Olimpiadas de Londres y Pekín, no tuvo la respuesta que esperaba por parte de algunas instituciones, siendo la víctima la que sufría el rechazo social en lugar del acosador: «He sufrido maltrato por parte de la federación de tiro. Tanto de la asturiana como de la española. Cuando les conté lo que me pasaba, me dijeron que no lo denunciara, que los trapos sucios se lavan en casa, la verdad es que me sentí completamente abandonada. He pasado estos años escuchando en los campos de tiro que él perdió la licencia por mi culpa». Sin embargo, aseguran que adoptaron medidas disciplinarias contundentes en 2018, cuando tuvieron conocimiento de la denuncia contra el tirador, que fue excluido del equipo nacional y dejó de percibir las correspondientes ayudas. Una exclusión pero inevitable, ya que el juzgado le obligó a entregar las armas.

Muestras de apoyo

Comunicada la sentencia, la Federación Española de Tiro Olímpico ha hecho público un comunicado conjunto con la Federación Asturiana, en la que piden disculpas y muestran su más sincero y rotundo apoyo a la deportista. El Ayuntamiento de Gijon calificó lo sucedido como la descripción perfecta del proceso de la violencia machista.

Durante este complicado periodo, Sonia Franquet ha recibido muchas muestras de apoyo y respaldo por parte de la mayoría de colectivos feministas de Asturias, y por parte de sus compañeros de la comisaría de Gijón. Su propio jefe, en la sección de armamento de la comisaría de Gijón le acompañó ante los compañeros de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) para presentar la denuncia. Al día siguiente, al juicio rápido, acudió acompañada por otros dos compañeros.

Sonia se ha refugiado en estos difíciles momentos en el tiro, su gran pasión, aunque la situación ha influido en su rendimiento en algunas de las competiciones en las que ha intervenido. Ahora prepara los próximos compromisos con ilusiones renovadas, el 27 y 28 de marzo, en Las Gabias (Granada), y el Campeonato de Europa del 26 de mayo al 6 de junio, donde tendrá la última oportunidad para obtener la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.

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