No tuvo trabajo hasta el descuento, cuando el Teruel exigió la mejor versión del arquero tarraconense para proteger los tres puntos.
Su marca le ganó la espalda en varias ocasiones y, además, no estuvo acertado a la hora de buscar el pase.
Se convirtió en el héroe del partido al anotar el gol de la victoria. Un movimiento estudiado en el área a la salida de un córner botado por Andy le permitió tener el espacio necesario para meter la cabeza y poner el 0-1.
Sufrió más de lo necesario. Con alguna acción que pudo costar cara, dentro del área del Nàstic. Eso sí, al final del partido, mejoró para aguantar el resultado.
Sin demasiadas alegrías en ataque, el lateral se encargó bien de su marca y no permitió peligro por su costado.
El jugador más peligroso del Nàstic en la primera mitad. Siempre buscando el uno contra uno y encontrándose con el portero en una jugada que rozó el gol.
El mejor del Nàstic. En su debut como titular fue el jugador más equilibrado del equipo, aportando músculo y tranquilidad desde la sala de máquinas.
No le acompañó el terreno de juego, seco, para poder sacar a relucir su capacidad de creación.
Le faltó electricidad en los duelos con balón. Algo más apagado.
Como es habitual en él, se dejó la vida en cada acción, ya fuese actuando como ‘9’ puro o cayendo a las bandas.
Buenos minutos los que mostró el delantero vasco en su estreno en el once. Bastante participativo y siempre intentando asociaciones.
Suplente, puso la precisión al servicio del equipo para poner el saque de esquina que Trigueros convirtió en el gol de la victoria.
Pesado en el centro del campo, no dio continuidad al gol que logró ante el Barça Atlètic
Pudo sentenciar en un contragolpe que le dejó solo ante el portero. Superó al meta, pero la defensa recuperó posiciones bajo palos y rechazó su disparo.
Apenas tuvo tiempo para combinar en un par de acciones y encarar.