El Reus se encontró el domingo en una situación comprometida. Ante el Badalona llegó tarde al envite, se ausentó en los instantes iniciales y recibió un gol en contra prácticamente sin esperarlo. El equipo de Marc Carrasco completó un primer tiempo de perfil bajo, poco preciso en el juego, muy disperso.
A pesar de ello, en lugar de caer en el manicomio, de arroparse en la ansiedad, los futbolistas regresaron del vestuario con una pose firme, muy confiados en lo que hasta ahora les ha dado el éxito. La madurez que exhibieron se ha convertido en una actitud habitual esta temporada. Evidentemente, remontaron el gol adverso y se llevaron tres puntos de oro para cerrar la primera vuelta del curso. Anotaron Xavi Jaime y Pol Benito.
También existe el intervencionismo táctico del staff en cada una de las situaciones que proponen los partidos. Ante el Badalona, por ejemplo, durante el respiro, Marc Carrasco sacrificó a un atacante como Pau Russo para reforzar el centro del campo con un mediocampista natural como Hugo Moreno. La modificación cambió el escenario, porque los rojinegros fiscalizaron la pelota y se colocaron mucho mejor para recuperla tras pérdida.
Los cambios responden
Otro factor que explica la evolución del Reus en esta nueva era se relaciona con la intervención de la segunda unidad. El banquillo suele responder. Futbolistas como Pol Benito, Pol Fernández, Nico Díaz, Marc Grau, Campanera, Sardà, Melo y ahora Pedro Martín resuelven bien siempre que se acude a ellos. Pol Benito ya ha marcado dos dianas cercanas al descuento para ofrecer victorias a su equipo.
Con todos estos ingredientes, el Reus ha cerrado el primer capítulo de la temporada a velocidad de crucero. Lidera su grupo de Tercera División con 38 puntos, cinco más que el Girona B, segundo clasificado y siete más que el Tona, tercero. Ya le lleva 13 al Peralada, sexto clasificado, línea que marca el play off por el ascenso.
Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, la impresión que da el Reus actual es la de un equipo muy mejorado con respecto al pasado. El grupo anda mucho más consolidado y los refuerzos se han adaptado a las mil maravillas. El rendimiento de Casals, Torrents o Russo va acorde a lo que se esperaba de ellos cuando se apostó por sus adquisiciones. También el fondo de armario se ha agrandado y los recursos han aumentado.
Lo más difícil
El bagaje hasta el momento indica el camino correcto; 12 victorias, dos empates y tres derrotas. Cada vez que algún traspié ha alimentado las sospechas, el equipo se ha respuesto con mucha solvencia. El equilibrio emocional es otro de los argumentos que han permitido acceder al liderato.
En todo caso, a los rojinegros les queda lo más difícil; mantener esta línea de juego y resultados en la segunda parte del curso. La más sustancial porque comparece la fatiga y la presión aumenta. Todos los equipos del campeonato se juegan muchísimo y la entereza de la escuadra de Marc Carrasco se va a poner a prueba.
El próximo reto llega este domingo, de nuevo en el Estadi, y ante un enemigo en horas bajas, L’Escala. Mucho cuidado.