De Almería a Tarragona con cama y bocadillo en el pabellón de Ulldecona

Poco antes de las ocho de la mañana de este lunes, siete amigos que habían pasado unos días de vacaciones en un hotel de Almería han llegado por fin a sus casas. Algunos, solo para cambiarse e ir a trabajar, otros para dormir unas horas tras una odisea imprevista en el viaje de vuelta.

Los siete viajeros han vuelto a casa sin más contratiempos. Lo han hecho con medio día de retraso y una parada imprevista, que incluyó cena y cama en el pabellón de Ulldecona. Son siete testimonios de las decenas y decenas de personas que este domingo por la noche han dormido en estas instalaciones municipales, habilitadas y equipadas para la ocasión.

Sin lluvia hasta Vinaròs

El viaje de estos tarraconenses transcurría según lo previsto hasta la salida de la autopista AP-7 en Vinaròs. Hasta ese momento no habían encontrado lluvia en todo el trayecto desde Almería hasta Tarragona, y solo tenían noticia de los aguaceros caídos días atrás en Murcia (el pasado sábado) y la zona de Alicante.

A última hora de la tarde, un control de la Guardia Civil les cortó el paso en la autopista, poco antes de entrar en Catalunya. El desvío obligatorio llevó a que la furgoneta en la que viajaban acabara aparcada junto a las instalaciones del pabellón municipal de Ulldecona tras entender que no había posibilidad de continuar hacia Tarragona por carreteras secundarias. 

Viendo que la lluvia fuerte persistía, decidieron esperar tranquilamente en el bar anexo al campo de fútbol y pabellón de Ulldecona hasta que el aguacero remitiera. En ningún momento imaginaron que la tormenta les obligaría a pasar la noche allí.

Sin embargo, los vídeos que circulaban en los móviles de los clientes del bar ya dejaban entrever que la situación  iba para largo. No tardaron en informarles los mismos vecinos de que las carreteras estaban cortadas y de que el pabellón que  tenían a pocos metros se habilitaba para acoger a los viajeros.

El Ayuntamiento de Ulldecona habilitó decenas de camas plegables que tenía almacenadas y ofreció bocadillos y agua a las personas atrapadas. Más tarde, la Creu Roja continuó avituallando a los conductores y pasajeros, que decidieron descansar lo máximo posible a la espera de noticias sobre la reapertura de la autopista para poder reanudar el viaje.

Los primeros rumores sobre la reapertura de la AP-7 se oyeron pasadas las dos de la madrugada de este lunes, y poco a poco los más atrevidos decidieron probar suerte. Este grupo de amigos cincuentones prefirió esperar hasta las seis para asegurarse de que todo estuviera abierto y el tráfico fuera fluido, sin retenciones.

La espera resultó ser una buena estrategia, ya que han podido llegar a casa sin más interrupciones. Solo un tramo de autopista, con un carril cortado por la presencia de coches dañados en la mediana (y alguno invadiendo parte del carril izquierdo), dejaba constancia de la fuerza del agua que había cruzado la AP-7 horas antes y que había sido la razón por la que la autopista se había cortado durante gran parte del domingo.