Baix Ebre. Mosaico de contrastes

Una tierra que fluye al ritmo del río Ebro y cambia de color cada temporada gracias a los inmensos campos de arroz que la componen

06 junio 2018 16:33 | Actualizado a 06 junio 2018 16:40
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La comarca del Baix Ebre ofrece el contraste perfecto de paisajes en espacios únicos. Río, montaña y mar se unen para crear preciosas rutes paisajísticas y actividades muy diversas en un entorno natural donde destacan en especial el Parc Natural del Delta de l’Ebre y el Parc Natural dels Ports.

El río Ebro es sin duda el símbolo que identifica la comarca por excelencia, uno de los elementos más preciados de la zona. Un territorio que alberga también una gran historia y monumentos arquitectónicos de gran categoría como sería el caso de la Catedral de Santa Maria de Tortosa.

El Baix Ebre está compuesto por catorce municipios que crean este mosaico de contrastes en el paisaje, con colores y olores diferentes, que transforman cada espacio en un paraje único, con un encanto especial, que solo se puede apreciar y entender si se vive en primera persona.

Parc Natural del Delta

La zona húmeda más grande del territorio catalán, el Parc Natural del Delta, considerado el hábitat acuático más importante de la Mediterráneo occidental. 320km2 de paraje natural protegido, una muestra de los encantos particulares del delta. En él se extienden más de 500 especies diferentes de vegetación, destacando los cañizos, los juncos, los eucaliptos, las madreselvas de río y, con una mención especial, el arroz, cultivado en gran parte en este terreno del delta. Pasear por caminos rodeados de arrozales es una experiencia única que hay vivir en el delta, una experiencia que varía de color dependiendo la época del año en la que se visita.

No podemos olvidarnos de la gran variedad de fauna que alberga el Baix Ebre. Entre 50.000 y 100.000 ejemplares de 300 especies diferentes. Un espectáculo de forma y colores que desprende una gran vitalidad. Entre ellas destacan las aves como el flamenco o la gabina corsa y peces como el samarugo, el budión o la anguila.

Bassa de les Olles

Entre la gran extensión que comprende el Parc Natural del Delta se encuentran lugares únicos como la Bassa de les Olles, una de las lagunas más pequeñas del delta, pero que a la vez se convierta en una de las zonas más ricas y variadas, punto de nidificación de ardeidas y paseriformes. A pie o en bicicleta se puede realizar el itinerario por esta preciosa zona, que cuenta con diversos equipamientos para facilitar su visita, como un mirador para la observación de la fauna, especialmente de las aves, una zona de picnic, alquiler de bicicletas y hasta una sala de proyección de diapositivas y audiovisuales.

En el Parc Natural se encuentran también otros puntos fascinantes para visitar y descubrir un poco más sobre el delta, como la laguna de la Tancada, las islas de Buda, Sapinya y Sant Antoni o las penínsulas de la punta de la Banya y del Fangar.

Parc Natural dels Ports

Els Ports son un refugio de muchas especies amenazadas, tanto de flora como de fauna, y en especial de las poblaciones de hayedos, que son los más meridionales de la península ibérica y están protegidos mediante la Reserva Natural Parcial de los hayedos dels Ports, potenciando y protegiendo los valores paisajísticos del lugar. Els Ports es un sistema montañoso que va más allá de las Terres de l’Ebre y se adentra en las provincias de Teruel y Castellón. Un refugio inmenso para especies de flora y fauna muy diversas, destacando la presencia de la cabra salvaje, un animal muy interesante que se puede encontrar fácilmente en adentrar-se en las montañas.

Son muchos los pequeños lugares que se pueden descubrir en els Ports, aunque uno de los más preciosos es el mirador de la cima del Mont Caro, el punto más alto de este parque natural, con 1.447 metros de altura. El Mont Caro es un lugar emblemático para las Terres de l’Ebre, el centro de las montañas dels Ports. El mirador es el lugar perfecto donde disfrutar de sus vistas y dejarse llevar por los regalos de la naturaleza. Los días claros se puede ver la desembocadura del río y, aunque el día esté nublado, sus visitantes van a tener suerte, porque van a disfrutar de las excepcionales vistas con el inmenso manto de nubes.

Catedral de Tortosa

La Catedral de Santa Maria es un conjunto arquitectónico espectacular, que no dejará indiferente a aquellos amantes de la arquitectura y la historia. Situada en el núcleo antiguo de la ciudad de Tortosa, justo enfrente del río Ebro, hablamos de un punto de gran interés para los ciudadanos y visitantes. Se trata de la construcción que quizás refleja mejor las huellas que ha dejado el paso del tiempo en Tortosa des del siglo XIV.

El lugar donde se encuentra situada tiene una gran historia a sus espaldas, ya que ocupa aproximadamente el mismo emplazamiento que el antiguo foro romano. Sobre el foro se construyó la iglesia visigótica y la mezquita musulmana, y sobre éstas, la Catedral románica, que después se convirtió en gótica . Sin embargo, incluye elementos constructivos posteriores como la fachada barroca terminada en 1757.

En el interior de la catedral la atención de todos los visitantes se centra en uno de los elementos más destacados, la capilla de la Mare de Déu de la Cinta, de gran importancia para los ciudadanos de Tortosa por ser la patrona de la ciudad. Se trata de una capilla de estilo barroco construida entre los siglos XV-XVII.

GR-92 l’Ametlla-l’Ampolla

Una de las rutas paisajísticas y costaneras más espectaculares se encuentra extendida entre los municipios de l’Ampolla y l’Ametlla de Mar. El recorrido de la GR-92 ofrece una gran variedad de belleza natural, paseando por los acantilados que visten de color rojizo la ruta, una abrupta vegetación mediterránea que vuelve a teñir el camino de verde, y en especial, las cálidas y transparentes aguas de las pequeñas calas que te vas encontrando por el camino. Lugares especiales, únicos, que se van descubriendo a medida que se avanza el paso.

Port de l’Estany

Uno de los puntos más singulares del litoral de l’Ametlla de Mar. Una entrada de mar muy alargada y estrecha, que se introduce hacia el interior formando el Port Natural de l’Estany. Gracias a estas características, años atrás y hasta que se construyó el puerto actual, los pescadores lo utilizaban para dejar sus embarcaciones, ya que se convertía en un lugar seguro y estable frente a los temporales. Actualmente su uso es recreativo y des del año pasado el lugar se encuentra renaturalizado. Justo por la zona interior pasa el tramo de la GR-92.

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