Destrozadas 35 mejilloneras de las bahías del Delta

Los productores de moluscos del Fangar hacen recuento de las pérdidas millonarias en infraestructuras y prevén un descenso del 30 por ciento en la cosecha de este año

23 enero 2020 20:20 | Actualizado a 23 enero 2020 20:22
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«Algo así no lo habíamos vivido nunca». En la orilla interior de la bahía del Fangar (a norte del Delta), se acumulaban ayer palos y otros materiales procedentes de las bateas donde se crían mejillones y ostras, destrozadas por la fuerza de las olas. Dentro de la bahía, el panorama todavía era peor, con decenas de postes de madera arrancados y parte de las crías de mejillón y ostra que estaban creciendo bajo el agua, malogrados.

Como los arroceros, los mejilloneros del Delta de l’Ebre han empezado a hacer balance de los daños millonarios causados por el devastador temporal Gloria. Aunque en mar abierto continuaba el oleaje, en el interior de las bahías ayer volvió la calma y los acuicultores pudieron acceder a sus instalaciones para comprobar la magnitud de la tragedia.

También técnicos del Departament d’Agricultura de la Generalitat, que cifran en 35 las mejilloneras destrozadas. De las 77 en total que hay en la bahía del Fangar, 9 están totalmente destrozadas y 22 tienen daños parciales. En la bahía dels Alfacs, los daños se concentran en cuatro mejilloneras de las 90 que hay en total. «La dirección y la fuerza de las olas era tal que la península del Fangar no sirvió para amortiguar el temporal, el agua pasó por encima y se llevó por delante las bateas que hay en primera línea, mientras que en los Alfacs las instalaciones quedaron más resguardadas», comenta al Diari Gerardo Bonet, gerente de la Federación de Productores de Mol·luscos del Delta (Fepromodel).

Las primeras concesiones para la producción de mejillones en el Delta de l’Ebre se remontan a los años sesenta del siglo pasado en el Fangar. Actualmente hay unas 40 de estas concesiones en activo, algunas de las cuales tendrán que rehacer por completo las bateas, hasta el hormigón que las sujetaba en el fondo de la bahía. Hemos sufrido muchos contratiempos a lo largo de los años, pero una destrucción así no se había visto nunca».

El sector prevé unas pérdidas que podrían superar los 2 millones de euros en cada una de las bahías. Y es que rehacer por completo una mejillonera puede costar cerca de 600.000 euros. Y a todo ello se suma las pérdidas de la próxima campaña (ahora los moluscos estaban en proceso de crecimiento en el agua de las bahías), con un descenso previsto del 30 per ciento de la producción.

Calculan que se dejarán de comercializar en total unos 900.000 kilos de mejillones y unos 100.000 de ostras. «Es un verdadero desastre. Necesitaremos ayudas para poder hacer frente a todas estas pérdidas», remarca Bonet.

La producción de mejillones en las bahías dels Alfacs y el Fangar está muy condicionada tanto a los fenómenos meteorológicos como medioambientales. En épocas de mucho calor la temperatura del agua se calienta y mata parte de la producción. Cuando el caudal del río Ebre se incrementa, por les crecidas, el agua es de mejor calidad y hay más nutrientes, lo que incrementa el tamaño y la calidad de los mejillones.

Así, desde el sector acuícola del Delta hace años que piden medidas, por ejemplo, para mejorar la calidad de las aguas, favorecer su renovación y evitar el proceso de ‘cierre’ de la bahía del Fangar, que hace disminuir la productividad en la zona.

En el territorio esperan que la situación actual a raíz del temporal Gloria remueva conciencias y finalmente las administraciones competentes se pongan a trabajar en medidas reales y concretes para preservar el Delta tal y como lo conocemos hoy.

Arrozales y Parc Natural

El Departament d’Agricultura también ha cifrado en 3.300 las hectáreas dedicadas al cultivo de arroz afectadas por la borrasca Gloria, de las cuales 2.500 se sitúan en el margen izquierdo del Delta y las 800 restantes en el derecho.

También hacen balance del estado en que han quedado los espacios protegidos en el Parc Natural del Delta de l’Ebre. «Sin quitarle importancia al temporal, pensamos que de aquí a unos meses se puede recuperar la normalidad en arrozales, espacios naturales y caminos», ha señalado el director del Parc, Francesc Vidal, que también ha recordado que temporales como el reciente «cada vez son más comunes y más fuertes y nos dejan la lección de que el Delta es frágil y tenemos que actuar».

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