El arte se adentra en la naturaleza: Els Ports, Natura i Arts

Sergi Quiñonero organizó el proyecto ‘Els Ports, Natura i Arts’, con siete intervenciones artísticas diferentes

04 junio 2018 09:56 | Actualizado a 07 junio 2018 11:28
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Arte y natura confluyen para crear obras únicas que encajan una idea en un tiempo y en un espacio concreto. Así lo consigue el proyecto “Els Ports, Natura i Arts”, del artista Sergio Quiñonero, con el soporte de Lo Pati, Centre d’Art de les Terres de l’Ebre. Un conjunto de intervenciones artísticas de arte efímero que cada año escoge un rincón del Parc Natural dels Ports para desarrollar sus obras

En su tercera edición, celebrada ayer, domingo, el artista escogió la zona del río dels Estrets, entre Horta de Sant Joan y Arnes, un espacio de gran belleza paisajística con un encanto especial. Aunque el día amaneció mojado, la lluvia no supuso un freno ni para los artistas ni para los participantes, que decidieron seguir adelante con los proyectos al aire libre y se tomaron el agua como una manifestación de la naturaleza. 
Es más, Quiñonero apuntaba que «hoy la lluvia creo que en lugar de restar ha sumado, le ha dado un plus para vivir esta experiencia de otra manera».

Aun así, algunas de las intervenciones, como es el caso de la perfomance, la poesía recitada y el canto coral, tuvieron que trasladarse al espacio interior del Casal de Horta de Sant Joan, ya que por motivos técnicos no era posible realizarlos en exterior con lluvia.
El proyecto se adentra en la tradición Land Art, que nace a partir de los años 60 con el objetivo de tomar la naturaleza «no sólo como un elemento que está allí y que nosotros incorporamos en nuestras obras, sino haciendo que la natura forme parte de la propia pieza», apunta Quiñonero.

 “Els Ports, Natura i Arts” tiene como objetivos poner en valor el Parc Natural dels Ports a través de la intervención artística, divulgando el arte y a la vez concienciando la sociedad de la necesidad de preservar y respetar la naturaleza. Además, el proyecto quiere incentivar la creación artística en les Terres de l’Ebre y poner el territorio en el mapa de los acontecimientos. Es por eso que la gran mayoría de artistas participantes este año son de las Terres de l’Ebre, y el resto de otras zonas de la provincia de Tarragona. 

En su tercera edición el proyecto acogió siete intervenciones diferentes, «todas ellas efímeras, de sólo unas horas de duración, y que no dejan ningún rastro físico o marca en la naturaleza, totalmente respetuosas con el entorno y que no representan ninguna alteración del espacio, ni de los hábitos, ni de las especies que viven en él», apuntaba Quiñonero. 

Las intervenciones de artes plásticas dieron el inicio al acontecimiento. Por suerte, las cuatro intervenciones que componían esta parte si se pudieron visitar en todo su esplendor en la naturaleza, tal como estaba planeado.

Casi un centenar de personas se vestía ayer por la mañana con sus chubasqueros y preparaban los paraguas para iniciar el recorrido que les llevaría a ver las diferentes obras, situadas en diferentes zonas del tramo que recorre el rio dels Estrets.

La primera intervención estaba elaborada por los alumnos de la Escuela de Arte y Diseño de Amposta (ESARDI), y su propuesta venia acompañada de un juego interactivo. En medio de los árboles había una serie de hojas colgadas con las letras a, r, t,e; pero solo una hoja contenía la letra h, y el público tenía que encontrarla. Un juego que representa la interacción respetuosa con la naturaleza, y que reivindica la necesidad de dar valor al lenguaje.

El camino se adentraba hacia las montañas hasta llegar a la orilla del rio, donde se podía apreciar en el agua una roca totalmente rodeada por un hilo rojo: la segunda intervención, elaborada por la artista Antònia Ripoll. Una obra que apelaba a la dicotomía entre querer y atar. Justo al lado se encontraba la obra de Ester Fabregat, también en el agua. Se podían apreciar una serie de círculos de colores alegres con los que la artista quería dar un toque vivo a un paisaje caracterizado por los cambios climatológicos y por la sequedad. Y ya por último, en medio de los arboles, se podía contemplar la obra de Albert Macaya, una escultura formada por hojas, hablando también del vínculo con la naturaleza. 

Actuaciones en el Casal

Al acabar la parte de artes plásticas, todos los participantes se trasladaron al Casal de Horta de Sant Joan. Allí, según explicaba Quiñonero, Sílvia Mayans cautivó al público con su voz y sus versos. El Cor Flumine ofreció un repertorio muy ligado temáticamente a la naturaleza, trasladando a los participantes, con sus melodías, al espacio dels Estrets, donde originalmente tenía que haber sido la intervención, consiguiendo así que si significado llegara a cada uno de los asistentes. Por último, Maria Pona, Daniel Sáez y Iona Pons ofrecieron su performance artística, que seguía la temática de la lucha por los recursos, mostrada en su crudeza. 

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