El imán de Ripoll y cerebro de la célula terrorista murió en la explosión de Alcanar Platja

El imán de Ripoll y cerebro de la célula terrorista, Abdelbaki Es Satty, murió la noche del pasado miércoles en la explosión del chalet de la urbanización Montecarlo de Alcanar Platja. 

22 agosto 2017 09:38 | Actualizado a 23 agosto 2017 11:06
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El imán de Ripoll y cerebro de la célula terrorista, Abdelbaki Es Satty, murió la noche del pasado miércoles en la explosión del chalet de la urbanización Montecarlo de Alcanar Platja.

Así la confirmó el  mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, tras el resultado de las pruebas de ADN practicadas y los «relevantes y sólidos indicios» acumulados en los últimos días, entre ellos el relato de testigos y la documentación intervenida en el inmueble. 

Los Mossos d’Esquadra están a la espera del resultado del análisis del ADN para determinar la identidad del segundo terrorista muerto en la explosión.  Fuentes de la investigación apuntan que se han encontrado distintos restos humanos de los terroristas, tales como orejas y falanges de las manos.

Trapero no cierra la puerta al descubrimiento de un tercer cuerpo, «ya que la inspección ocular no ha terminado». Se espera que estos trabajos «minuciosos» de desescombro e investigación por parte de agentes del TEDAX y la policía científica de los Mossos se demoren durante días  o semanas, dada la presencia de restos de explosivos entre los escombros. En los últimos días se han hallado detonadores y material electrónico relacionado con explosivos.

A pesar de ello, Trapero ha asegurado que la segunda explosión en el chalet de Alcanar la tarde del jueves, que tuvo lugar casi simultáneamente en el atropello de la Rambla, fue fortuita y no estaba programada.

La furgoneta, en la Ràpita
Un indicio que reforzó durante el día de ayer la tesis de la muerte del imán en Alcanar fue el hallazgo de su furgoneta en el vecino municipio de Sant Carles de la Ràpita, concretamente en la calle Sant Isidre de la localidad.

Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado que el imán se reunía con los miembros de la célula en esta furgoneta, que habría sido así uno de los lugares que usó para radicalizar a los jóvenes de Ripoll que la componían.

La vivienda unifamiliar que explotó en la urbanización Montecarlo servía de base de operaciones de la célula, que llevaba alrededor de seis meses preparando un atentado inminente en Cataluña, acelerado después de la deflagración con el atropello masivo en Las Ramblas de Barcelona y el atentado en Cambrils.

Ayer, un camión de reparto se llevó, hacia las 13 horas, las 120 bombonas de butano halladas en el chalet de Alcanar Platja utilizado por los terroristas de Barcelona y Cambrils como base operativa.

El mayor ha explicado que están convencidos de que la célula quería atentar de forma «inmediata» porque alquilaron las furgonetas el día anterior y el material explosivo que preparaban caduca a las pocas horas: «muy probablemente pretendían actuar el mismo jueves, aquel día o los inmediatamente posteriores», ha insistido.

Fuentes de la investigación también han destacado los vínculos internacionales del imán de Ripoll, quien radicalizó supuestamente a los jóvenes de la célula. 
Así, Es Satty viajó varias veces (en alguna ocasión durante seis o siete meses) a la localidad belga de Vilvoorde, que se caracteriza por la gran cantidad de población salafista que alberga.

El mayor Trapero remarcó, al ser preguntado por la vinculación del imán con uno de los investigados por el 11-M, que los Mossos no tienen «ningún conocimiento» de la implicación del imán con el terrorismo internacional y ha pedido que si alguien sostiene ahora que disponía de este tipo de datos que explique cómo gestionó esa información.

De hecho, el conseller de Justicia, Carles Mundó, que también compareció en la rueda de prensa, remarcó que el imán estuvo encarcelado entre 2010 y 2014 en Castellón por una condena por tráfico de drogas y que no ha tenido comunicación alguna con ningún interno de ninguna prisión catalana.

El imán habría radicalizado a los miembros de la célula (algunos de ellos menores de edad) de una forma muy rápida hasta que se encontraban muy «ideologizados», según las mismas fuentes, tal y como se desprende de su comportamiento durante los atentados.

No tenían formación militar
Sin embargo, todo indica a que no tenían formación militar y su manejo de las armas y de los explosivos era rudimentario, razón por la que explotaron los artefactos que estaban preparando en Alcanar Platja y no consiguieron una matanza mayor en Cambrils.

Los Mossos insistieron de nuevo que no tenían ninguna denuncia que se  estuvieran almacenando más de un centenar de bombonas de gas butano y propano en el chalet. Tampoco la tenía el Ayuntamiento de Alcanar.

Algunos vecinos han señalado que habían detectado en los últimos meses movimientos sospechosos de personas de origen magrebí entrando y saliendo al chalet. La impresión generalizada era que podía tratarse de una asunto de drogas o de venda ilícita de bombonas de butano, las dos primeras hipótesis antes del atentado de Barcelona.

En este sentido, la policía investiga si algunos de los miembros de la célula terrorista lograron dinero en efectivo mediante robos y con la venta de joyas y metales. El mayor de los Mossos ha detallado que alguno de los sospechosos de preparar los atentados terroristas desde Alcanar podría estar implicados en robos para financiar sus actividades. «Alguno de ellos, no todo el grupo ni con carácter central», ha afirmado Trapero, que ha situado esas actividades delictivas en el sur de Cataluña, donde está el chalé de Alcanar investigado, y no en Ripoll.

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