El mueble y las casas rurales, señales económicas positivas en Tarragona

La recuperación va a dos velocidades. El turismo rural de interior y el sector del mueble ebrense, entre los que mejor aguantan

02 septiembre 2020 10:10 | Actualizado a 02 septiembre 2020 12:10
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El sector servicios, con el turismo incluido, ha firmado este año un batacazo histórico en la provincia, pero no todo es tan negativo. Joaquim López Gilabert, de Villa Retiro, incidió en los matices de esta nueva normalidad: «El turismo ha tenido dos realidades, en función del destino: aquellos que vivían del turismo local, como las Terres de l’Ebre, y otros, como Salou, que tenían un mercado extranjero y que en muchos casos ni siquiera han podido abrir puertas».

El tejido ebrense ha aguantado bien, al convertirse en un lugar de estío predilecto para los catalanes en estas obligadas vacaciones de proximidad. «También ha sido clave el tipo de establecimiento. Solo han aguantado los hoteles y restaurantes pequeños, o las casas rurales, los lugares más individualizados. Los que eran de grandes dimensiones, los espacios de turismo masivo lo han pasado mucho peor. Se ha dado una imagen de que el turismo masivo no era positivo y la gente ha tenido miedo de visitar grandes espacios», recalcaba Joaquim López, que aceptaba las decisiones tomadas por la administración en estos meses pero hacía una petición: «Se han decidido cosas demasiado tarde y hemos tenido poco margen de maniobra. No criticaré las decisiones pero sí pido que se comuniquen con algo más de antelación y se publiquen cuando toca en el BOE».

En ese sentido, Jordi Just, presidente de la Cambra de Comerç de Reus, subrayó «la parte positiva de que el turismo local nos ha mantenido» y mandó un mensaje: «La globalización es importante pero la proximidad lo es más y hay que cuidarla».

Sectorialmente, hay un gremio que ha logrado escaparse, al menos por el momento, de la debacle: el de los muebles, de importancia capital en zonas como las Terres de l’Ebre. José Ferrer, presidente de los Empresaris del Moble de la Sènia, admitía esa esperanzadora dinámica postconfinamiento: «En muchos casos, hemos tenido cifras de venta mejores que el año pasado. Creemos que ha habido una necesidad de la gente de arreglar la casa, por pasar tanto tiempo en ella o quizás porque la economía doméstica no ha gastado tanto en cosas como el turismo. Pero sabemos que esto se alargará como mucho hasta noviembre o diciembre, por lo cual también tenemos incertidumbre».

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