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Un hombre que presuntamente disparó a un hombre en un bar de Sant Carles de la Ràpita a finales de 2017 se enfrenta a 14 años de prisión: ocho por tentativa de homicidio, dos por tenencia ilícita de armas y cuatro por lesiones. Por su parte, el fiscal pide para la compañera sentimental del encausado ocho años por tentativa de homicidio como cómplice de los hechos.
El escrito de acusación del Ministerio Público recoge que sobre las 15.30 horas del 13 de diciembre de 2017, el acusado y el trabajador del bar tuvieron una discusión en la calle. Durante el transcurso de la misma, el hombre propinó a la víctima un golpe, que le impactó en la mano derecha con una bola de hierro con mango.
Ese mismo día, a las 17.02 horas, los dos acusados, se dirigieron a un bar de Sant Carles de la Ràpita, donde trabajaba la víctima.
La acusada entró en el establecimiento e hizo señas al empleado para que saliera al encuentro del acusado, que venía inmediatamente detrás de ella.
El procesado sacó un arma de fuego y efectuó un primer disparo dirigido al tronco del empleado, que impactó en la parte alta de la puerta del baño.
A continuación, el acusado empujó a la encausada hacia el interior del lavabo, de muy reducidas dimensiones.
La víctima intentó entrar en la zona del váter, no consiguiéndolo y quedándose de rodillas en el suelo. El acusado efectuó un segundo disparo dirigido a la cabeza de la víctima, pero al bajar la cabeza ésta, impactó en el omoplato derecho.
El empleado del bar empujó a la procesada, quien cayó hacia atrás contra el acusado, rompiendo una puerta del interior del lavabo. Entonces, el sospechoso hizo un tercer disparo dirigido a la víctima, quien evitó su impacto al coger de la mano al acusado. El proyectil fue a parar a la pierna de la acusada y contra el marco de la puerta del baño.
La víctima consiguió zafarse de los dos acusados y emprendió la huida por el local hacia la calle, momento en que el acusado realizó un cuarto disparo, apuntando por la espalda al perjudicado. Pero el disparo no se produjo debido a un fallo en el arma corta.
El acusado volvió a buscar a su compañera y, tras mediar unas palabras, emprendió su huida y la acusada permaneció en el bar, herida encima de la mesa.
El caso podría llegar a juicio este mismo año en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona.
