Reclaman tratamientos contra la mosca negra durante todo el año

Este verano la afectación ha sido mayor porque no se pudo actuar contra las larvas en primavera, por el elevado caudal del río Ebre

02 agosto 2018 10:35 | Actualizado a 06 agosto 2018 10:46
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Este verano la mosca negra se ha hecho especialmente presente en los pueblos ribereños del Ebre, con las consecuentes quejas de agricultores y sector turístico por los efectos que tienen sus picaduras. Durante los meses de junio y principios de julio se produjo una gran eclosión de la especie, que ha creado un gran malestar en varias poblaciones que sufren la plaga. Así, los ayuntamientos de Aldover, Tivenys, Benifallet y Alfara de Carles han alertado de la situación y reclaman que se vuelva a constituir una comisión de seguimiento de la plaga, para ejercer una mayor control y garantizar que se hagan todos los tratamientos adecuados. 

«Este año ha habido momentos complicados, como por ejemplo durante la celebración de nuestra feria, Firebre, a finales de junio», detalla la alcaldesa de Benifallet, Mercè Pedret, remarcando que su municipio vive en buena parte del turismo. «También hemos tenido muchas quejas de los labradores, que ya no saben ni qué remedio aplicarse para esquivar las picaduras», explica la alcaldesa. 

«Las picaduras se concentran a primera hora de la mañana y hacia el atardecer, no sólo al lado del río, sino también en la montaña o la Via Verda», detalla la alcaldesa de Aldover, Teresa Forés, quien remarca que las afectaciones llegan hasta el Delta. 

«Es una problemática bastante importante y requiere que todas las administraciones estemos presentes y trabajemos conjuntamente», afirma por su parte Maria Beltrán, alcaldesa de Tivenys, en referencia a la comisión de seguimiento, que se creó hace una década al inicio de la afectación de la plaga pero que ya hace tiempo que se dejó de reunir. Así, los cuatro ayuntamientos gobernados por el PSC plantearán la cuestión en el próximo consejo de alcaldes del Baix Ebre. Consideran imprescindible firmar un convenio de actuación con la Generalitat y trabajar con la Confederación Hidrográfica del Ebro en relación a los caudales del río, porque de ellos dependen los tratamientos.

Este año, el elevado caudal del río durante buena parte de la primavera impidió el inicio de los tratamientos contra las larvas hasta finales de mayo. Hasta la fecha, el Consorcio de Políticas Ambientales de las Terres de l’Ebre (el Copate), encargado de la lucha contra la mosca negra, sólo ha podido llevar a cabo tres tratamientos, el último de los cuales el pasado 19 de julio. «Las fumigaciones se han notado y la afectación ha bajado un poco», comenta Maria Beltrán. 

Poblaciones como Tivenys o Aldover llevan a cabo también tratamientos propios en bocas de alcantarillado o vegetación al borde el río, «pero es imprescindible que durando todo el año se pueda hacer un control del río Ebre, que es donde prolifera la mosca», remarca Mercè Pedret.

El caso: ‘Me afectan mucho las picaduras y ya no sé qué remedio utilizar’

Teresa Cortés,  vecina de Aldover, es una de esas personas a las que afectan especialmente las picaduras de mosca negra. «Hay gente a la que no pican y otra, como yo, para la que el verano es un suplicio», explica al Diari. El año pasado, una de las picaduras se infectó y se le hizo una llaga que tardó en curarse mas de un mes. Se unta diariamente con la crema hidratante que teóricamente repele a la mosca negra, pero en su caso no surte efecto. «Ya no sé lo que hacer», comenta. «Me pican en la piscina, en la montaña, ... en junio fuimos a recolectar patatas y me acribillaron», se lamenta. 

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