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En el día de ayer, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, se desplazó al centro de mando de Vinebre para seguir las tareas de extinción del fuego forestal que afecta la Ribera de Ebro. En sus declaraciones a los medios hizo “un llamamiento a la responsabilidad y la generosidad de todo el país”, porqué, recordó que, “es responsabilidad de todo el país asumir la situación con esta generosidad, prudencia y solidaridad que ha tenido siempre la ciudadanía y a la cual apelamos ahora más que nunca”.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) llegó durante la madrugada del primer día para colaborar en los trabajos de extinción, con 120 soldados y nueve vehículos del Batallón de Intervención, con base en Zaragoza. En el día de ayer, y para reforzar las labores desde tierra, el Ministerio envió 4 aviones (Madrid, Zaragoza y Girona), 5 helicópteros (Alicante), 1 avión de Comunicaciones (Salamanca) y 2 brigadas de refuerzo contra incendios forestales procedentes de las bases de Prado de Esquiladores en Cuenca y de Daroca en Zaragoza.
Esta mañana, el conseller d'Interior, Miquel Buch ha asegurado que durante la noche los Bombers de Catalunya han logrado los objetivos marcados en la estrategia que se fijó ayer. El incendio, que todavía no ha sido estabilizado, ha arrasado ya con 5.169 hectáreas y no se prevé que pueda ser controlado durante el día de hoy ya que la meteorología juega un papel importante y se esperan temperaturas muy altas.
