Fotogalería: Una tromba de agua inunda de caos Alcanar y la Ràpita

233,5 litros (77 en solo media hora) dejaron ayer un panorama desolador en el litoral del Montsià, que vio como sus municipios parecían engullidos por el mar

02 septiembre 2021 05:38 | Actualizado a 03 septiembre 2021 14:18
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Peor que el temporal Gloria, peor que cualquier inundación recordada jamás. El Montsià y el Baix Ebre, especialmente los municipios de Alcanar y Sant Carles de la Ràpita, vivieron ayer una jornada que no se olvidará por muchos años que pasen. La tromba de agua empezó al mediodía, hacia las 12. En pocos minutos, las calles se convirtieron en ríos, la fuerza del agua arrastró los coches aparcados y los bajos de las casas se comenzaron a inundar. Los 233,5 litros por metro cuadrado caídos ayer en Alcanar causaron graves inundaciones en este municipio del Montsià y también al vecino de Sant Carles de la Ràpita. 77,7 litros cayeron sólo en media hora. El núcleo urbano de Alcanar quedó completamente inundado y parte del paseo marítimo de Les Cases d’Alcanar se hundió por la acción del río de agua. Los desperfectos en domicilios y comercios son muy graves.

Hasta las seis de la tarde, cuando la situación se calmó, el teléfono de emergencias 112 recibió hasta 608 llamadas, especialmente del Montsià (555), de las cuales 420 sólo de Alcanar. Además cerca de 10.000 usuarios se quedaron sin luz en algún momento, de los cuales 7.000 durante toda la tarde. Una treintena de operarios de Endesa trabajaron en la zona para resolver las incidencias.

La situación, que se podría calificar de catastrófica, obligó a una amplia movilización de los equipos de emergencia, desde Bombers hasta Mossos, Policías Locales y Protecció Civil. Incluso Salvamento Marítimo, a petición de Bombers, envió dos helicópteros con base en Reus y Valencia para rescatar personas atrapadas en un camping. Y por mar también se encontraba la lancha de salvamento Salvamar Achernar. Y es que algunos coches, por la fuerza del agua, fueron a parar al mar, con el peligro que ello supone para la navegación.

En algunos puntos del litoral del Montsià se vivieron momentos de mucha angustia, como el camping Alfacs, en Alcanar Platja. Y es que mucha gente vio peligrar su integridad al verse rodeada de gran cantidad de agua que iba con mucha fuerza. A causa del aguacero el camping quedó dividido en dos partes y los bomberos  trasladaron a un grupo de clientes hacia el restaurante, que no estaba afectado, donde se acabaron confinando hasta 70 personas. Una docena de bungalows sufrieron daños. 

Las fotos y los vídeos del capítulo de ayer se escamparon como la pólvora por las redes sociales. Las imágenes son impactantes.

Ya a las dos menos  cuarto de la tarde, la carretera N-340 quedó completamente cortada entre los puntos kilométricos 1.064 y 1.079, entre Amposta y Alcanar. También la autopista AP-7 en Ulldecona, entre los kilómetros 344 y 345, así como la carretera local TP-3318, en Ulldecona. En el polígono Valldepins de Ulldecona unos 400 trabajadores también quedaron atrapados y algunos voluntarios con 4x4 los ayudaron a evacuarlos cuando cesó el aguacero.

Asimismo quedó afectada durante horas la circulación de trenes entre Ulldecona-Alcanar-La Sénia y L’Aldea-Amposta-Tortosa (línea Tarragona-Castelló de la Plana). 

 A petición del Ayuntamiento de Alcanar, Creu Roja atendió ya desde ayer por la tarde una veintena de personas en el pabellón municipal, con capacidad para 50, y las proveyó de ropa seca, toallas y alimentos.

Por su parte, una patrulla de Mossos se lanzó al agua para rescatar a dos personas y dos perros que iban en un coche, que quedó bloqueado. Ocurrió poco antes de la una menos cuarto de la tarde en un camino adyacente al punto kilométrico 344 de la autopista AP-7 a su paso por el término municipal de Ulldecona. Los agentes pudieron rescatar a los ocupantes del vehículo.

Bombers de la Generalitat tenía desplegado durante la tarde unos 200 hombres en 51 dotaciones, donde se incluye el personal del GRAE (Grup d’Actuacions Especials), tanto los de montaña como los subacuáticos, además de dos helicópteros.

También en Ulldecona, los bomberos rescataron nueve personas de masías, tres de las cuales tuvieron que ser atendidas por hipotermia y fueron trasladas al Hospital Verge de la Cinta de Tortosa. Las otras seis fueron realojadas por familiares.

Nuevas precipitaciones

Protecció Civil pidió ayer a los vecinos del Baix Ebre y Montsià que evitaran la movilidad tanto a pie como en vehículo y que no bajaran a los parkings de las viviendas y se mantuvieran en las plantas superiores. Protecció Civil activó ayer al mediodía la alerta del Pla Especial d’Emergències per Inundacions (Inuncat) a raíz de las lluvias torrenciales. Y es que de cara a la pasada madrugada y durante la jornada de hoy se esperaban nuevas precipitaciones que volverán a ser intensas. El dispositivo de emergencias se mantiene por si acaso. Ya durante el final de la tarde de ayer, Alcanar y la Ràpita centraron sus esfuerzos en las tareas de limpiar y retirar agua y barro de locales y vía pública.

«No habíamos visto nada igual»
Vecinos de Alcanar, Alcanar Platja y Les Cases d’Alcanar vivieron ayer unos graves momentos de angustia y desesperación. 

 

«Pusimos a los niños encima de una mesa. Fue una locura. Llamamos un montón de veces a los bomberos, implorando que nos ayudaran, pero estaban desbordados. Un helicóptero rescató a otros vecinos justo delante nuestro»

La periodista del Diari Maribel Millan se encontraba en Les Cases d’Alcanar pasando sus días de vacaciones en una casa próxima al Passeig del Marjal. «Primero comenzó a llover normal, pero en muy poco tiempo comenzó a caer agua muy intensamente. No habíamos visto nada igual. Se comenzó a inundar el jardín, se rompió la puerta del garaje y nuestros coches han quedado completamente inutilizados», relata.

«Entonces empezó a entrar agua dentro de casa y tuvimos mucho miedo, ya que nuestra vivienda es solo de una planta. El agua en el jardín llegaba por la cintura y dentro de casa comenzó a superar los cuatro dedos. Veíamos como el nivel del agua empezaba a subir cada vez más y no podíamos hacer nada».

Millan, madre de dos niños pequeños, detalla los momentos de pánico vividos: «Pusimos a los niños encima de una mesa. Fue una locura. Llamamos un montón de veces a los bomberos, implorando que nos ayudaran, pero estaban desbordados. Un helicóptero rescató a otros vecinos justo delante nuestro».

Tras tres horas de angustia, el agua comenzó a cesar y la familia pudo trasladarse a la casa del vecino, que sí cuenta con un piso superior. Finamente los bomberos evacuaron a la familia y la trasladaron a su casa en Ulldecona. 

«Hace unos 20 años hubo unas lluvias torrenciales también. Pero como esto nada. Aquella vez no entró agua en casa. Hoy iremos a ver los daños que tenemos», concluye.

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