Vivienda
Los vecinos de Tarragona deben destinar casi la mitad de su sueldo al alquiler
Alquilar una vivienda tradicional de 90 m² en la ciudad alcanza los 1.078,34 euros, lo que obliga a destinar un 47,08% del salario

Cartel de alquiler de pisos en Tarragona
El acceso a la vivienda en España se ha convertido en un auténtico reto para gran parte de la población, especialmente para quienes optan por el alquiler tradicional.
Un reciente análisis del portal inmobiliario pisos.com revela que, de media, los españoles deben dedicar un 52,61% de su salario bruto al alquiler de una vivienda tipo de 90 m², mientras que el alquiler de una habitación en un piso compartido supone un 18,46%.
En el caso de Tarragona, el estudio sitúa el precio medio de una habitación en un piso compartido en 312,5 euros, lo que representa el 13,64% del salario bruto medio. Por el contrario, alquilar una vivienda tradicional de 90 m² alcanza los 1.078,34 euros, lo que obliga a destinar un 47,08% del salario.
Estos datos, calculados a partir del salario bruto medio en España (2.290,46 euros, según el INE en el primer trimestre de 2025), ponen de relieve la creciente dificultad para acceder a una vivienda completa en la capital tarraconense. La brecha entre ingresos y alquiler convierte el mercado compartido en una alternativa más asequible para muchos inquilinos.
Ferran Font, portavoz y director de Estudios de pisos.com, recuerda que “estos porcentajes se basan en el salario bruto, lo que implica que la situación real para el bolsillo de los españoles, una vez descontados impuestos y cotizaciones, es aún más precaria”.
Mientras que en grandes capitales como Barcelona (114,07% del salario necesario para una vivienda) o Madrid (100,98%), el alquiler de un piso resulta directamente inasumible, en Tarragona, aunque con cifras más contenidas, el alquiler tradicional sigue suponiendo casi la mitad del sueldo mensual.
En cambio, el alquiler de habitaciones se mantiene en niveles más asequibles en todas las capitales de provincia, sin superar nunca el 30% del salario. En el caso tarraconense, con un 13,64%, la opción compartida aparece como una válvula de escape para quienes no pueden hacer frente al alto coste de una vivienda completa.