Antes un escape de agua que un robo

En plena temporada alta en la venta de sistemas de seguridad, los robos a viviendas, comercios e industrias no son tantos como nos pintan

23 julio 2018 13:38 | Actualizado a 03 septiembre 2018 15:38
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Temporada alta en la comercialización de sistemas de seguridad. El miedo a un robo aprovechando nuestra ausencia de la vivienda habitual, el comercio, la pyme o incluso la industria es un buen argumento de venta que explotan año tras año comercializadores e instaladores de alarmas, videocámaras y detectores de intrusos varios.

Y, aunque es cierto que hay una cierta estacionalidad en los robos (básicamente, en viviendas), con un incremento en la curva de la senda esperada en los meses de agosto y diciembre, igual de cierto es que, estadísticamente, antes vamos a tener un escape de agua que acabe cayendo en el piso del vecino de abajo que un robo en el que nos limpien la casa.

En la demarcación de Tarragona, el coste medio de los robos en hogares fue en 2016 de 2.045 euros, según los últimos datos que maneja la patronal Unespa (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras), que representa un 96% del mercado español de seguros.

Pero, aunque sin datos provinciales, la diferencia en el conjunto del Estado entre el número de percances atribuidos a un robo es de cinco a uno respecto a los percances que tienen como protagonista los daños por agua. Por cada robo en una vivienda en 2016 hubo más de cinco partes al seguro por daños por agua. En el caso de la demarcación de Tarragona, de los 141.853 percances comunicados a los seguros multirriesgo del hogar, 34.167 fueron de daños por agua, lo que supone un 24% del total.

Y tampoco está tan claro que los ladrones hagan su agosto en ese mes del año. En especial, si pasamos del ámbito residencial al empresarial. Lo explica Miguel Ángel Vázquez, responsable de Análisis y Estudios de Unespa: «Normalmente, es cierto que casi todos los años los robos se apartan de la senda esperada en julio, agosto, diciembre y enero, pero el robo es una realidad más cotidiana y permanente de lo que parece, no se ‘concentra’ en esos meses. Tiene una estacionalidad, que se identifica mucho con el hecho de que en ese municipio sea fiesta, pero no necesariamente porque sea verano».

«En un bar cerrado en agosto, que ha dejado las máquinas tragaperras abiertas y la máquina registradora vacía, ¿qué robas?» (Miguel Ángel Vázquez, Unespa)

«El robo en hogares es más estructural que otros percances -admite- porque depende de personas que piensan con la cabeza, pero en casos como los comercios, no tiene nada que ver con la estacionalidad. En un bar cerrado en agosto, que ha dejado las máquinas tragaperras abiertas y la caja registradora vacía, ¿qué robas?»

«La estacionalidad de los comercios -prosigue Vázquez- depende de las expectativas que tengas. En época de rebajas, por ejemplo, el estocaje de las tiendas de electrodomésticos suele ser superior. Es una estacionalidad definida por otro tipo de factores».

«El robo es una realidad más cotidiana y permanente de lo que parece, no se ‘concentra’ en agosto y diciembre» (Miguel Ángel Vázquez, Unespa)

También aquí, la probabilidad de que haya un robo es mucho más baja que la de una fuga de agua. Según datos de Unespa relativos a 2016 (los últimos datos estadísticos disponibles), por cada robo comunicado al seguro en un comercio hubo en España 2,7 partes por escapes de agua. Fueron 53.717 percances por robo frente a 142.483 partes de daños por agua. Cristales rotos (93.184) y daños eléctricos (57.161) aventajaron también a los robos en los comercios, que en la demarcación de Tarragona suponen un coste diario de 2.933 euros.

 

Tras los hogares y los comercios llegan las pymes, con los seguros multirriesgo para talleres y pequeñas industrias, donde de nuevo las fugas de agua vuelven a liderar los siniestros, aunque cada vez a una distancia más corta respecto a otros percances.

Con 52.355 partes de daños por agua en 2016, este tipo de percance aventaja por muy poco a las roturas de cristales (46.747). Respecto a los robos (de los que, en las pymes aseguradas en España, Unespa estima que hubo unos 30.840), la diferencia se acorta aquí a poco más del doble.

Llegados a los seguros industriales, donde el grado de especialización de seguros es mucho más importante, los seguros multirriesgos (donde se engloban de nuevo percances como las fugas de agua) son los que más partes acumulan, con un 82,7% frente a apenas el 0,19% de los robos. Eso sí, cuando hay un robo, el coste se dispara. De promedio, un robo en una industria en España tiene un coste de 7.557 euros, frente a los 2.045 euros de una vivienda en la demarcación de Tarragona.

«En industrias, los costes de los robos son más elevados -corrobora Miguel Ángel Vázquez-, pero eso no tiene que ver con la estacionalidad, porque en una fábrica inactiva se tiene menos que robar que cuando está activa. Pero el seguro multirriesgo -concluye- no se contrata por los robos, sino por otras cosas con mucha más frecuencia, como esas fugas de agua»

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