Bebés y burros

Algunos directivos de vez en cuando pretenden cautivarnos y nos cuentan algo en sus discursos que podría ser interesante, pero sabemos que cuando terminen, todo seguirá igual

01 febrero 2021 09:51 | Actualizado a 24 febrero 2021 13:20
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¿Se han preguntado alguna vez por qué los niños pequeños conectan más con unas personas que con otras? Si visitan a alguien y hay algún niño rondando por la casa, ¿porqué se pegan más a unos que a otros? Seguro que saben la respuesta: se pegan a quienes más caso les hacen. ¡Obvio! (que diría mi ahijada de Buenos Aires). Si cuando los vemos hablamos con los padres alabando lo guapos o guapas que son, el famoso: “que mayor” u otros tópicos del blablablá aprendido, los niños no hacen nada, no sienten nada ni perciben que queramos establecer una relación con ellos. Saben que son formalidades y que en unos minutos los mayores seguiremos hablando de nuestras cosas y pasaremos de ellos.

Pasa lo mismo con los animales domésticos. Vimos ayer con mi hijo la película: “Vacaciones contigo… y tu mujer”, protagonizada por la simpatiquísima Laure Calamy y un burro. Si, un burro con quien Anttoinette llega a establecer una vinculación extraordinaria, basada en su voluntad de ponerse en su lugar y establecer una relación y no simplemente utilizarlo para llevar su equipaje. Descubre que cuando le habla a Patrick (el burro), la sigue, pero cuando calla, tiene tendencia a pararse y por más que tire de él no se mueve. Una vez el burro percibe que forman un equipo, todos los problemas se terminan y van juntos todas partes.

Todo ello me recuerda a algunos directivos que de vez en cuando pretenden cautivarnos y nos cuentan algo en sus discursos que podría ser interesante, pero sabemos que cuando terminen, todo seguirá igual: ellos decidirán lo que les parezca bien y nosotros tendremos que bailar al son que toquen porque no nos queda otra.

Imagínense que cuando se encuentran a una niña o niño por primera vez lo que quieren es relacionarse con ellos. ¿Qué harán? Pues hacerles caso, quizás sentarse en el suelo y jugar con ellos, lanzarles una pelota o admirar su habitación y sus juguetes. Interesarse en ellos es hacerles las preguntas que les apetezca responder, ponernos a su nivel, entender lo que les motiva, lo que les hace reír. Pues lo mismo pasa si quieren establecer una relación con quienes trabajan o simplemente los están utilizando.

Si quieren establecer vínculos, deberán interesarse en ellos; si los utilizan, saquen la vara y úsenla cuando no anden a su ritmo. ¿Y cómo se establecen vínculos? De momento ya sabemos dos cosas: necesitamos tiempo para ello y pensar en lo que les interesa, lo que les motiva, lo que les hace sentir mejor.

El tiempo que empleamos en quienes trabajan con nosotros no es perderlo, por más que algunos así lo piensen, porque están muy ocupados y piensan que debemos ir al grano y porque lo que importa son los resultados… Y rápidamente lo perciben, porque su opinión no importa y saben que lo único que vale es que hagan bien el trabajo que se les ha encargado. Si no, su evaluación va a ser un desastre y no tienen futuro. Pasa lo mismo con Patrick el burro: si no le involucramos, si no siente que le queremos, que nos importa y lo único que esperamos de él es que ande al ritmo que queremos, se para y no le interesa nada el viaje.

Lo segundo que debería hacerse es pensar en lo que les interesa y ¿qué les interesa a nuestros empleados? Algunos piensan que el dinero y el poder, pero esta fehacientemente demostrado que no, solamente quienes son felices en el trabajo rinden más que quienes no lo son. Es evidente que el sueldo y el poder son importantes, pero solamente un rato, el resto de las miles de horas que trabajan necesitan entender y sentir que son parte del proyecto, que son los “socios”, como les llaman en Mercadona. ¿Se atreverían esos que no tienen tiempo para relacionarse a llamar socios a quienes trabajan con ellos?

En cualquier empresa, en cualquier trabajo, sea el que sea, si somos capaces de llamarles socios y actuar en consecuencia, estaremos en el camino de hacer un mundo mejor y a la vez igual nos sorprenda el incremento de los resultados.
 

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