El pasado 21 de octubre, la Cambra de Reus organizó una feria de ocupación para aquellas personas deseosas de entrar en el mercado laboral. En ella, Ángela Pedrosa, consultora de marketing, enseñó cinco puntos clave de la comunicación durante una entrevista para ir con seguridad y vender la mejor versión de nosotros mismos.
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Llegar bien informado
Además, nos será útil horas antes de la entrevista, al elegir nuestra ropa: está claro que ir con ropa de deporte o sudaderas es mala idea, pero ir de smoking para una empresa familiar puede ser contraproducente. Saber si ir con una camiseta o camisa puede ser clave para encajar y sentirnos cómodos en la empresa.
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Saber qué preguntar
Preguntar sobre los objetivos de la empresa a largo plazo y los proyectos actuales de la empresa es un método de mostrar nuestro interés en el puesto de trabajo, no solo como una fuente de ingresos, sino como una oportunidad de crecer y aprender junto a la empresa.
La pregunta del salario es importante, pero es normal que nos dé miedo hacer la pregunta y puede darnos una mala imagen ante el entrevistador. Un buen método para afrontar el tema es preguntar sobre las condiciones del puesto. Aparte de información sobre horarios y otros beneficios, el entrevistador debería hablar del salario.
Hay que saber esperar al momento adecuado: soltar la pregunta apenas empezando la entrevista dañará nuestra imagen. Suavizar el momento con otras preguntas más simples o hacerlo al final de la entrevista es lo más adecuado.
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Comunicación no verbal
La clave es estar ‘en el aquí y en el ahora’. No dejes que tu mente divague con lo que habrás hecho mal, cómo te estarán juzgando; lo que importa es el presente: controla tu respiración, relaja tu postura y aprovecha las pausas entre frases para descansar la vista. Todo lo demás no debe importante, y pensar en el todo hará que no puedas centrarte en nada.
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Ser honestos
Debemos ser honestos con nuestra experiencia y fortalezas. Confesar nuestras debilidades, junto con nuestros métodos para superarlas, nos dará una mejor impresión que soltar ‘falsas debilidades’ para quedar bien.
Tenemos valor como personas y nuestra intimidad no debe ser asunto de la empresa. Si las preguntas entran demasiado en lo personal, estamos en nuestro derecho de negarnos a responder o dar información a medias tintas para marcar los límites.
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Mantener la atención
Para evitar esto y mostrar nuestras ganas para formar parte de la empresa, afirmar, asentir y parafrasear lo que comente el entrevistador es la clave. Primero, ayudará a mantener una conversación más natural y cómoda. Segundo, mantendrá nuestra mente activa recordando detalles. Y, por último, despejará cualquier duda o problema que pueda haber.