De Deep Blue a AlphaZero: cómo la inteligencia artificial nos alcanza y supera

Andrew McAfee, investigador principal del centro de negocios digitales de la Sloan School of Management del MIT, alerta sobre subestimar la inteligencia artificial 

04 junio 2019 15:53 | Actualizado a 12 junio 2019 10:47
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Deep Blue fue aquel ordenador de IBM que, en 1997, derrotó por primera vez al entonces vigente campeón del mundo de ajedrez, Gary Kaspárov, en una partida que ha pasado a la Historia. En 2017, AlphaZero, una inteligencia artificial desarrollada por Deep Mind (empresa adquirida por Google en 2014), derrotó a la mejor máquina del mundo especializada en jugar al ajedrez (Stockfish) tras apenas cuatro horas de autoaprendizaje, sin acceso a libros sobre aperturas o bases de datos sobre finales. Simplemente, jugando contra otra máquina y aprendiendo a medida que jugaba.

ESIC Business & Marketing School, centro adscrito a la Universitat Rovira i Virgili (URV), celebró recientemente en Madrid su XVI edición de la jornada ‘Hoy es Marketing’, con la inteligencia artificial como uno de los grandes temas de debate.

¿Somos capaces de ver la trascendencia de algo así? Pocos lo hemos hecho, en opinión de Andrew McAfee, investigador principal del centro de negocios digitales de la Sloan School of Management del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y codirector de la Iniciativa MIT para la Economía Digital.

Primer ponente en la jornada ‘Hoy es Marketing 2019’, celebrada recientemente en Madrid y organizada por ESIC Business & Marketing School -centro adscrito a la Universitat Rovira i Virgili (URV)-, McAfee alertó sobre los riesgos de subestimar la trascendencia de la inteligencia artificial.

Una ‘tercera cosa’
En una charla ante más de 3.000 personas y titulada ¿Por qué seguimos subestimando la inteligencia artificial?, Andrew McAfee explicó que la diferencia de AlphaZero respecto a Deep Blue (y sus sucesores hasta Stockfish) es que «AlphaZero no aprendió de humanos, sino de otra máquina (Stockfish), jugando al ‘ajedrez alien’: AlphaZero no jugaba como un humano ni como una máquina, sino como una tercera cosa».

«AlphaZero no jugaba como un humano ni como una máquina, sino como una tercera cosa»

(Andrew McAfee, Investigador principal de la Sloan School of Management del MIT)

Esa ‘tercera cosa’ ya está entre nosotros, y no somos conscientes de cómo va a cambiarlo todo. Bajo el lema Technology, markets, business & human behavior, que  ESIC Business & Marketing School tomó para la XVI edición de ‘Hoy es Marketing’, la inteligencia artificial y sus consecuencias directas sobre todos nosotros fueron el hilo conductor más robusto de la jornada, con ponentes como César Cernuda (vicepresidente corporativo de Microsoft), Jorn Lyseggen (CEO de Meltawater) o José Luis Pulpón (country manager de Google Marketing Solutions en España y Portugal) hablando profusamente de ello.

«¿Seguiremos necesitando cerebros humanos?», se preguntó Andrew McAfee. «Aunque tenemos muchas carencias que, como humanos, nos hacen tomar malas decisiones -se respondió a sí mismo McAfee-, la respuesta es ‘absolutamente sí’, aunque haciendo otras cosas con esos cerebros».

Tres son las cosas que dan valor a nuestros cerebros humanos, y que por ahora las máquinas están muy lejos de alcanzar, si es que alguna vez lo consiguen: sentido común (del que carece cualquier algoritmo, por muy elaborado que sea, y que tiene que ver con cosas como la empatía), capacidad de hacerse preguntas (en especial, todas aquellas preguntas ‘absurdas’ y ‘filosóficas’) y habilidades sociales.

Siendo conscientes de nuestros puntos fuertes como humanos, sólo queda asociarnos con los puntos fuertes de las máquinas, en «un nuevo mundo donde las máquinas abren nuevos territorios que después mentes y máquinas exploran de forma conjunta», pronostica McAfee. «Si eres humilde -concluye-, éste es el camino».

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