'De la compra online pasamos a la compra onchain'

Montse Guardia es directora de Digital Challenge de Banc Sabadell, donde trabaja desde el año 2016, después de dos décadas en multinacionales del sector de las Tecnologías de la Información. En octubre de 2017 formó parte del equipo que impulsó Alastria, un consorcio con unas 170 empresas (entre ellas, Banc Sabadell, Banco Santander, BBVA, Bankia, Endesa, Repsol, Gas Natural Fenosa, Roca Junyent, Garrigues o Grant Thornton) que busca desarrollar una estrategia blockchain propia, abierta sólo para socios y con regulación estatal. 

Se está hablando de ‘tokenización’ de la economía y se está comparando este momento con el de la Internet de mediados de los noventa. ¿Hay para tanto?
La base es el blockchain, y lo importante es entender que todo esto se produce porque estamos replicando un registro contable y lo estamos distribuyendo. Es algo que se inicia con el bitcoin, que es una moneda, pero a la que le siguen iniciativas como el Ethereum, donde en lugar de fijarse en la moneda se centran en los ‘smart contracts’.

Que son...
Los smart contracts son líneas de programación donde ponemos unas condiciones para que se ejecuten unas acciones. Y aquí es donde vienen los tokens, como parte de esas acciones.

"El blockchain es la Internet del Valor"

Unos tokens que no son criptomonedas, sino unidades de valor que pueden ser mucho más amplias. ¿Es eso?
Sí. El blockchain es la Internet del Valor. Se trata de identificar valor en el mundo físico y llevarlo al mundo digital, de forma distribuida.

Ponga un ejemplo, por favor.
La compraventa de un coche. Todos los que están en la cadena de bloques hacen de testimonios de la transacción, y aseguran que se está haciendo según un smart contract en determinadas condiciones, sin necesidad de intermediarios entre el comprador y el vendedor. Con eso estamos acelerando las transacciones y bajamos el coste de muchas cosas, porque simplificas gestiones, que serán más directas y menos costosas. Es como cuando aparecieron las aerolíneas low cost, o cuando nació el mundo web y apareció el e-commerce. Hay que diferenciar entre criptomonedas y el mundo blockchain.

Hay startups que, en lugar de ofrecer participaciones accionariales, emiten tokens para financiarse. ¿Cómo va eso?
Son las ICOs (Initial Coin Offering), donde te ofrecen un token. Hay dos maneras de hacerlo. La primera es en inversión inicial. Antes de las ICOs hubo el crowdfunding. El concepto es: «Si crees en mí, cómprame el papelito equis». En mi caso, por ejemplo, yo emitiré unos tokens a los que llamaré ‘Montsos’. «Cómprame unos ‘Montsos’ y tendrás una participación de mi startup». La segunda manera es hacer una ampliación de capital.

"La financiación de startups con tokens hoy es alegal, pero de aquí a final de año se empezará a regular"

Vale: yo le doy unos euros y usted me da unos tokens. Eso puede acabar como el ‘timo del tocomocho’, ¿no?
Es la ley de la oferta y la demanda. Si la gente cree en ti... Pero es cierto que, a nivel de regulación, no hay nada. La ley que tenemos ahora es simplemente alegal. Aunque se está trabajando en una regulación para las ICOs. De aquí a final de año se empezará a regular.

¿Será una regulación española, europea, mundial...?
En Europa estamos yendo por detrás de los americanos. Lo estamos discutiendo en foros. También en España. Por eso surgen iniciativas como Alastria, un consorcio con 170 empresas fundado el pasado mes de octubre que está hablando con órganos gubernamentales españoles para esa regulación, y donde participamos entidades financieras como la nuestra, pero también notarios, registradores... 

Es decir, todos los que ven venir que se quedan sin trabajo.
No se les acaba el trabajo, pero será distinto. Hacer de notario será otra cosa distinta a lo que hemos conocido.

"Ahora hay unas 1.500 criptomonedas, pero llegará un momento en que se simplificará, y volveremos a la estabilización de divisas"

¿Resurge la economía del trueque con los token?
Al final vas un poco hacia el trueque, sí. Ahora hay unas 1.500 criptomonedas, y habrá más en un futuro. Pero llegará un momento en que se simplificará, y volveremos a la estabilización de divisas. Lo que realmente cambiará es la forma de hacer intercambio. 

¿Por ejemplo?
Siguiendo con el ejemplo de los coches, cuando le haces un arañazo a otro coche, ahora hay que hacer el parte, informar a la aseguradora, tiene que venir el perito, se moviliza el taller... En un futuro, se creará un ecosistema con acuerdos donde todos los intercambios se habrán simplificado, con un servicio transversal, y no hará falta hacer todos estos pasos. Lo que está claro es que habrá un cambio muy grande de comportamiento social.

¿Cómo?
En lugar de comprar cosas iremos hacia la economía de servicios. Compartir coche, por ejemplo, nos cambiará la forma de vivir y de comprar. En lugar de la compra online, llega la compra onchain.