Dolors Comas: «Es un trabajo invisible que economiza y ahorra el gasto público»

Catedrática de Antropología Social de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y experta y estudiosa en este tema

29 abril 2019 10:24 | Actualizado a 29 abril 2019 10:28
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El trabajo de los cuidadores informales en los hogares es invisible y economiza y ahorra el gasto público». La reflexión es de Dolors Comas, catedrática de Antropología Social de la Universitat Rovira i Virgili y experta y estudiosa en este tema. Actualmente, Comas y su equipo se encuentran inmersos en una investigación sobre los hombres implicados en los cuidados a personas dependientes, «que son muy pocos», puntualiza la profesora de la URV.

De hecho, el análisis cualitativa que llevan a cabo los investigadores demuestra que «la gran mayoría de estos cuidadores informales son mujeres», explica Dolors Comas, quien añade que «estamos en una sociedad envejecida en la que, por afecto y por una obligación moral, hacemos muchas cosas que si se cuantificasen tendrían un valor económico. Es lo que nosotros denominamos economía del afecto».
Visión microeconómica

Lejos de las grandes cifra que ofrecen otros estudios, como el presentado esta semana por la Fundación Funcas, en la URV trabajan desde «una perspectiva microeconómica. Es decir, queremos ver cómo se organizan las familias para cuidar a las personas dependientes y cómo está el sector ocupacional del cuidador y si la ley de la dependencia es suficiente».

Entre las conclusiones a las que han llegado destaca que «existe una dimensión moral detrás del hecho de que te ocupes de tus padres o de un familiar. Además, se naturaliza tanto que sean las mujeres las que hacen estos cuidados que éste se convierte en invisible y no lo vemos».

¿Y como se organizan las familias para ofrecer con éxito estos cuidados a las personas dependientes? El papel de la mujer es fundamental y «las familias tienen que hacer encajar un mosaico de recursos. Juntar piezas para combinarse unos con otros, rellenado horas libres en las que no pueden contar con el cuidador profesional».

Dolors Comas es crítica con el papel que juega la administración en este tipo de cuidados. «El peso recae en las familias y existe muy poco apoyo por parte del Estado, que está muy poco implicado y cuenta con una ley de dependencia que ayuda muy poco. En España se ha usado mucho la contratación de inmigrantes en casas y se ha internacionalizado este tipo de trabajos».

Comas cree que «queda mucho camino por recorrer en España, donde el Estado ha permitido que este trabajo esté mal regulado y mal pagado. Necesitamos a estos trabajadores, pero reconocidos y con formación.

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