Dos de cada cinco jóvenes están en paro y los ‘ninis’ aumentan un 20%

El desempleo juvenil crece del 33% al 40% en el primer trimestre del año. 
Los menores de 34 años tendrían que cobrar el doble para adquirir una vivienda

13 agosto 2020 07:20 | Actualizado a 13 agosto 2020 08:03
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Los jóvenes han resultado los más perjudicados por el desempleo desde que se desencadenó la crisis financiera de 2008. Pero la pandemia ha empeorado aún más la situación y el desempleo juvenil ha aumentado de una tasa del 33% al 40% en el primer trimestre del año, según datos de Acción Contra el Hambre, que alerta sobre la precarización del mercado laboral, que afecta sobre todo a los menores de 35 años.

Ana Alarcón, responsable de emprendimiento de la ONG, señaló en una presentación ayer miércoles con motivo del Día de la Juventud que el empleo juvenil está «estancado» y se está convirtiendo en un «problema estructural» en España. «Los jóvenes, o están en paro o acceden a trabajos muy precarios, y con la pandemia la situación ha empeorado porque las empresas no están contratando por la mayor incertidumbre y se está perdiendo talento», señaló.

También se ha incrementado de forma preocupante el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los denominados ‘ninis’, sobre todo en abril. Ese mes, en pleno confinamiento, aumentó casi un 21% respecto al mismo periodo de 2019, y en julio volvía a subir un 17%, según datos del programa de Garantía Juvenil difundidos por la ONG, hasta sumar 1,8 millones de jóvenes menores de 30 años. «Su futuro laboral y sus proyectos de vida, como crear una familia o comprarse una casa, vuelven a estancarse con la crisis del coronavirus», señaló Alarcón.

Desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hacen hincapié en que la pandemia ha afectado a la educación de más del 70% de jóvenes de todo el mundo, lo que a su vez «impacta en la capacidad productiva de toda una generación, en su futuro laboral y en su bienestar mental».

Natalia Díaz, consejera de la oficina de la OIT para España, considera que este es un problema que habría que abordar desde el diálogo social, y propone que se vuelva a renovar el proyecto de garantía juvenil.

Los bajos salarios afectan al acceso a la vivienda, algo que sigue siendo un problema para miles de jóvenes en España. Los datos del Observatorio de Emancipación Juvenil revelan que los menores de 34 años deberían cobrar el doble de lo que están percibiendo actualmente para poder acceder a una vivienda en propiedad. Así, sus ingresos deberían pasar de los 961 euros de media que cobran ahora, a los 1.935 euros al mes, para poder dedicar al pago de los recibos de la hipoteca el 30% de sus ingresos, un porcentaje que se encuentra lejos de los umbrales actuales.

En el caso de los menores de 30 años, la renta del alquiler representa más del 90% de su salario medio. En Catalunya, Baleares y Madrid, el porcentaje se eleva por encima del 100% de su sueldo, por lo que están obligados a compartir piso si quieren emanciparse. Los bajos salarios, por tanto, son incompatibles con la capacidad de ahorro necesaria para afrontar con solvencia el pago de una hipoteca, ya que suelen requerir alrededor del 20% del valor de la casa como entrada. De media, esto supondría que los jóvenes contaran con unos ahorros de unos 50.000 euros.

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