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BBVA ha dejado caer un vaso de agua fría sobre la absorción del Banco Sabadell, cuyas negociaciones se encuentran formalmente en vigor desde que así lo anunciaran ambas entidades el lunes. No será un proceso inmediato. Y ni siquiera está claro que pueda fructificar. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, advirtió ayer de que la integración solo se llevará a cabo si su grupo constata que la operación realmente crea valor para los accionistas de BBVA.
El ejecutivo subrayó en el Encuentro Financiero de Deloitte y ABC que la entidad no está «obligada» a llevar a cabo ninguna compra en España. Se sienten conformes con una cuota de mercado que alcanza el 15% en el mercado nacional. Aunque esa posición no es obstáculo para que BBVA pueda analizar las oportunidades que se presenten, como la del Banco Sabadell.
Genç insiste en que el foco se encuentra en la creación de valor y recuerda que la negociación de la fusión y el proceso de análisis están empezando. Explica en que el hecho relevante del lunes solo implica el estudio de la operación. Y que no implica que se haya tomado una decisión o que haya certidumbre de que las negociaciones vayan a acabar en una fusión. Tras la venta de su filial en Estados Unidos, además, habrá «muchas oportunidades», y el banco también quiere aprovechar para elevar la remuneración al accionista, mediante la recompra de acciones.
Las acciones de BBVA respondieron a esta dosis de realidad con una inyección de moderación. Subieron ayer un 0,4% tras repuntar un 15% el lunes y ceder un 4,4% el martes. En el caso del Sabadell, después de dos días de avances de hasta el 30%, cayeron ayer algo más de un 1,6%.
Mientras tanto, el resto de grandes bancos siguen posicionándose. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, apuntó en el foro bancario de ABC que la entidad está en un importante proceso preparatorio de la fusión con Bankia porque quiere «hacerla bien» y «que pase a la historia no solo por ser la mayor fusión bancaria en España, sino también la mejor». Las prioridades de CaixaBank son seguir haciendo su trabajo, preparar la fusión y mantener una esencia alineada con la sostenibilidad y la vocación de ser una entidad al servicio de la sociedad. «Tenemos que conseguir que los 45.000 empleados en España y aquellos que continúen en el proyecto tengan la máxima motivación», señaló Gortázar.
