De hecho, la institución tampoco quiso destacar este hecho en la rueda de prensa posterior de su presidente, Mario Draghi, y se limitó a eliminar, por primera vez en mucho tiempo, la coletilla "o en niveles inferiores" al referirse a la continuidad del precio del dinero en el histórico 0% desde marzo de 2016, mientras que la facilidad de depósito en sus propias arcas para los fondos de los bancos está penalizada al -0,4%.
Sin embargo, no se esperan cambios a corto plazo en sus estímulos económicos, respecto a los que los analistas si albergan la expectativa de que haga algún anuncio tras el verano. De momento, y como resaltó el propio supervisor bancario, "las compras netas continuarán al actual ritmo de 60.000 millones de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario". "En todo caso -añadió en la resolución final tras su última cita periódica-, será "hasta que" el consejo de gobierno observe "un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con nuestro objetivo". Es decir, que esté por debajo pero muy cerca del 2%. Y aquí, ojo, las noticias no son alentadoras.
Las proyecciones se revisaron al alza, será del 1,8%, el 1,7% y el 1,6% del PIB, para 2017, 2018 y 2019 respectivamenteDe hecho, este mismo jueves se actualizaron las proyecciones macroeconómicas del BCE en lo referido tanto al crecimiento como a la inflación. En el primer caso, sigue el optimismo al revisarse al alza la previsión para 2017, 2018 y 2019. Fue poco, sólo una décima más que en los cálculos anteriores, aunque lo importante es la tendencia. Será del 1,8%, el 1,7% y el 1,6% del PIB, respectivamente. Por contra, el pesimismo se ha adueñado de la evolución de los precios. Ahora espera que se eleven progresivamente en el 1,5% (1,7), el 1,3% (1,6) y el 1,6% (1,7) en el periodo 2017-2019.
En cualquier caso, Draghi sí consideró ante los medios que los riesgos para el crecimiento económico en la Eurozona están ahora "ampliamente equilibrados", si bien en su reunión anterior hace casi un mes y medio ya los observaba a la baja. El problema, de cara a variar su estrategia, es que el responsable del BCE considera que "la expansión económica no se ha traducido todavía en unas dinámicas de inflación más fuertes".