El catalizador digital

Las crisis acostumbran a ser catalizadores del cambio. En los últimos meses el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha resistido el embate con solvencia. De hecho, según datos del Observatori del Treball de la Generalitat, en un año de destrucción global de empleo, la ocupación tecnológica ha crecido un 13% en Cataluña y supone ya 130.000 puestos de trabajo.

Hay que destacar que en 2020 la ocupación femenina en los sectores de la información y la comunicación se ha incrementado un 32%, según datos recientes del Institut Català de les Dones. Es una cifra clave y muy positiva, sabiendo que uno de los retos que tenemos es romper barreras culturales y estereotipos para eliminar la brecha de género en nuestro sector.

Estamos creciendo y debemos seguir trabajando para consolidar la tendencia. En este proceso la formación entendida en sentido amplio es esencial, debe existir una base común digital entre el alumnado y plantear formaciones específicas según las necesidades reales del mercado. Esto permitirá una mejor capacitación digital de las empresas, independientemente del sector al que pertenezcan.

En esto trabajamos ya a través de la Escola TIC del Clúster con grandes resultados. Tenemos claro que el profesional TIC del futuro va más allá de la programación y tiene un papel transversal en cualquier empresa.

La captura de talento en el plano local es imprescindible, ofreciendo opciones para que irse no sea la única alternativa para evolucionar profesionalmente. Al mismo tiempo, debemos elaborar un plan de acción en el territorio y abrirnos a recibir profesionales de cualquier punto del mundo facilitando un soft landing a todos los niveles, no únicamente el laboral.

Parte de la consolidación del sector TIC supone también mirar más allá de nuestras necesidades y ser el catalizador para otros sectores productivos. La situación actual ha acelerado la implantación de procesos digitales y ha cambiado la concepción que muchas empresas tenían de sus propios sistemas de producción y ventas. Aquí el sector TIC se refuerza como herramienta y juega un papel decisivo ofreciendo soluciones y nuevas perspectivas.

Cataluña es la segunda comunidad autónoma con mayor presencia de empresas TIC, el 22%. Cada vez somos más y una muestra es el refuerzo de la presencia territorial del Clúster TIC Catalunya Sud en el último año a través de nuevos socios. Tenemos retos importantes por delante pero con el esfuerzo conjunto lograremos hacer de Tarragona un hub tecnológico de referencia.