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España comenzará a recibir «en las próximas semanas» los 21.300 millones solicitados a Bruselas para dar cobertura a los ERTE. Así lo confirmó ayer el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, vía Twitter. Anunció que todos los Estados miembros han dado las garantías necesarias para la activación de este instrumento, conocido como SURE y con una dotación total de 100.000 millones. «Ya está disponible y listo», dijo.
El SURE, junto con un fondo de recuperación a través del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) y la ampliación de una línea de ayuda a las empresas a través del BEI (Banco Europeo de Inversiones) se convirtieron en abril en la primera respuesta de la UE a las consecuencias económicas de la pandemia. El total del paquete sumaba 540.000 millones.
El programa-colchón para la financiación de los ERTE se convirtió en uno de los objetivos de España. Cursó solicitud por 20.000 millones para financiar los costes de sus planes nacionales de regulación laboral y apoyo a los autónomos, aunque en agosto la Comisión Europea confirmaba una reserva para el país de 21.300 millones, convirtiéndose en el segundo, por detrás de Italia (27.400), que se va a beneficiar de más fondos.
El SURE se sustenta en una emisión de deuda a los mercados que articula la propia Comisión Europea. Un paso que requería el compromiso previo de las capitales de aportar garantías por valor de 25.000 millones de euros en función de su Renta Nacional Bruta (RNB). El requisito ya se ha cumplido: «Todos los Estados miembros han dado garantías bilaterales, de forma que el instrumento SURE está ahora disponible y listo», confirmó el comisario de Economía, que así se lo comunicó al ministro de Finanzas y vicecanciller alemán, Olaf Scholz y a la presidencia alemana del Consejo de la UE.
Bruselas conseguiría así cumplir con el calendario que se marcó hace más de un mes y que se concretaba en poder realizar las primeras transferencias del fondo este otoño y el resto, una vez iniciado ya 2021.
El mecanismo del ERTE se ha extendido por toda Europa para intentar contener la sangría de desempleo provocada por la Covid-19. En el caso de España compensa en un 70% la pérdida temporal del empleo o las reducciones de jornada; en Italia la cobertura alcanza el 80%; y en países del norte de Europa como Holanda, puede llegar hasta el 100%.
