El héroe silencioso de la pandemia

01 diciembre 2020 09:42 | Actualizado a 02 diciembre 2020 11:38
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En medio del desarrollo de la pandemia que estamos viviendo, las esperanzas de la población y de la «vuelta a la normalidad» se centran en vacunas, test rápidos y en tener los productos básicos contra la lucha de la pandemia. Aquí y ahora, la industria deviene un sector esencial para la tan necesaria recuperación y encarar un futuro que evoluciona a una velocidad vertiginosa, y hace que los procesos de adaptación sean la clave del éxito de cualquier sector ante una situación sin precedentes como la que estamos viviendo.

Hace ya unos meses, recordemos que dentro de poco estaremos ya viviendo nuestro primer año pandémico, la ministra de Industria, Reyes Maroto, comentaba: «Si algo hemos aprendido es que la deslocalización ha sido un problema para el abastecimiento» añadiendo que «debemos tener una mayor presencia de la industria en el país, de la esencial, pero que además sea capaz de crear una reserva estratégica de cara al futuro». Y eso es lo que está realizando nuestra industria, autogenerar una adaptación al mercado y a sus necesidades desde la oferta nacional, intentando impulsar el tejido empresarial desde las pymes y las grandes empresas, que son capaces de solventar demandas específicas en tiempo récord gracias a su adaptación constante a mercados tan volátiles como los actuales.

Porque la actuación local refleja un problema global, y tenemos que actuar atendiendo a ese nuevo paradigma que nos hace evolucionar de manera clara hacia la economía circular, la digitalización y la transferencia real de tecnología.

Sabemos que la industria del país no está acostumbrada a hacer ruido, evoluciona, se transforma, reacciona y soluciona, pero sin grandes protagonistas. Es la que construye el guion de las soluciones demostrando resiliencia, actuación, movilización y entrega en tiempos extremos. Nuestro héroe silencioso.

Esta pandemia puede ser el revulsivo que nos ayude focalizarnos en la economía circular, para estar preparados para actuaciones futuras. Toda la sociedad tiene que enfrentarse a ello para poder cumplir con la agenda 2030. Y la industria química está aquí para hacerlo posible, siendo una constante fuente de innovaciones y eje director para el desarrollo económico en otros sectores de actividad básicos del desarrollo económico y social.

La semana pasada, y dentro del Unprecedented Virtual Forum promovido por los eventos de Fira de Barcelona Expoquimia, Equiplast y Eurosurfas, de la mano de Walther Stahel uno de los padres de la economía circular, aprendimos la importancia del concepto de circularidad aplicado a los procesos. Experiencias, y conocimiento que nos llevará a un septiembre de 2021, dónde concentraremos a toda la oferta y la demanda del mercado adaptándonos a las necesidades, no ya de hoy, sino de mañana.
El ámbito de la industria esencial tiene dos ámbitos más que destacan en la actualidad de hoy: el sector de los plásticos y el industrial de acabados de superficies, que impulsan a los sectores de aplicación actuando contra la pandemia.

Robótica, virtualización de procesos, fabricación aditiva y gestión de datos en tiempo real son solo algunas de las ventajas que fabricantes están aprovechando para mejorar su posición competitiva, y, en este la aplicación de las tecnologías de industria 4.0 reportaría importantes reducciones de costes a las industrias en los diferentes países.
El sector de las superficies, el interfaz de interconexión clave para el desarrollo de todos los procesos, un ejemplo claro de ello son las superficies antimicrobianas que luchan fuertemente contra la expansión del Covid-19. Cómo punto fundamental en la transmisión de este avance cabe destacar la transferencia de tecnología que, entendida como la capacidad de llevar al mercado los hallazgos científicos y tecnológicos, es un concepto clave en la agenda de todos los decisores.

Nuestro héroe silencioso evoluciona, se adapta, piensa y teje la estrategia de competitividad del futuro de la economía de nuestro país, potenciando la competitividad de sus industrias y ofreciendo soluciones reales en momentos críticos como los que estamos viviendo. Sin su resiliencia y su efectividad no estaríamos hoy aquí, y por ello será básico para construir nuestro futuro.

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