«El rescate de Bankia costó mil euros a cada trabajador español»

Así lo afirma la acusación popular en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad

12 septiembre 2019 07:10 | Actualizado a 12 septiembre 2019 07:51
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El abogado de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) Andrés Herzog, que ejerce la acusación popular en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, asegura que el rescate de la entidad ha costado 1.000 euros a cada uno de los cerca de 22 millones de trabajadores que componen la población activa en España.

El letrado inició ayer su intervención en el juicio denunciando cierto «hostigamiento», en relación con la pretensión de las defensas que han pedido que las acusaciones se hagan cargo de las costas del juicio, frente a lo que defendió que recaigan en los acusados. Recordó los términos del rescate de Bankia, que recibió cerca de 23.000 millones de fondos públicos entre la ayuda directa y el préstamo del FROB, un rescate que los gestores de la entidad han atribuido al contexto económico de los años 2011 y 2012.

El problema, dijo Herzog, es que no se sostiene que esa crisis financiera sin precedentes afectara sólo a BFA-Bankia, única entidad que tuvo que reformular sus cuentas pasando de 300 millones de euros de beneficio a cerca de 3.000 millones de pérdidas.

La clave reside en las cuentas del ejercicio 2011, las que se usaron para la salida a Bolsa, formuladas en marzo de 2012 y más tarde reformuladas, que «eran falsas», como demostraron durante el juicio los peritos judiciales. Al ser las cuentas falsas, el folleto de la salida a Bolsa era «inveraz, porque así eran las cuentas que figuraban en el mismo», incidió Herzog. Como prueba de ello citó unas provisiones de algo más de 6.000 millones «que los peritos han verificado», concluyendo que «no había tales provisiones», sino algo más de 100 millones.

Sobre los dos expertos designados por el Banco de España para asistir al juez instructor, Herzog defendió su independencia. Ambos, dijo Herzog, dejaron claro que las cuentas de 2011 y las del primer trimestre de 2012 eran «falsas», y es que «la contabilidad no es una ciencia, pero tampoco es un chicle que se pueda estirar».

Lagunas

Sobre el papel de los supervisores, y en contra de la línea seguida durante la fase de instrucción, durante la cual la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) fue muy crítica con la labor desarrollada por ambos organismos y varios de sus máximos responsables, a los que consiguió que se citara como investigados, Herzog minimizó su responsabilidad.

Las defensas, aclaró, dicen que todo estaba avalado por los supervisores, algo que no se sostiene, ya que como ha quedado claro en el juicio, «la CNMV no analiza ni se responsabiliza ni da fe de las cuentas, por lo que no se le puede reprochar nada en ese sentido». Por lo que respecta al Banco de España, en ningún caso se le puede atribuir que haya avalado lo que se hizo en Bankia, si bien «es cierto que autorizó algunas decisiones, como el cargo a reservas, o no oponerse a la salida a Bolsa», que son discutibles. En su opinión, el organismo, donde sí hubo «maniobras extrañas» para justificar su falta de celo previa, por ejemplo en relación con las provisiones, «demuestra una cierta laguna en el sistema de supervisión.

En la exposición de su informe final, el abogado de Rodrigo Rato minimizó el rescate de 24.424 millones de euros a cargo del erario público como un «accidente fortuito». Señaló que la salida a Bolsa de la entidad se hizo «razonablemente bien y con la mejor intención», y culpó a la crisis económica del fiasco.

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