El sector de la discapacidad intelectual quiere un nuevo modelo de inserción laboral

El sector pide más ayudas y plantea aumentar las cuotas de reserva y reducir la edad mínima de jubilación

29 abril 2021 10:44 | Actualizado a 29 abril 2021 12:33
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El sector de la discapacidad intelectual propone avanzar hacia un nuevo modelo de inserción laboral "más inclusivo y sostenible". Así lo recoge un informe con una cincuentena de propuestas publicado por Dincat en el marco del Día Internacional del Trabajador, que es el próximo 1 de mayo. Entre otros, el sector plantea aumentar la actual cuota del 2% de reserva prevista legalmente hasta el 4%, reservando un mínimo del 1% para las personas con discapacidad intelectual. También pide aumentar los recursos e incentivos para la contratación y revisar la jubilación para un sector que envejece prematuramente y que tiene muchas más dificultades para acceder al mercado laboral.

Además, cuando estas personas trabajan, ocupan puestos de baja cualificación, con sueldos bajos. Según la fundación Dincat, las personas con especiales dificultades perciben un salario equivalente al 82,9% de lo que cobraría una persona sin discapacidad en el mismo nivel profesional.

"La discapacidad es un factor que agrava la exclusión laboral, y por extensión, la exclusión social de las personas y sus familias", concluyen.

Por ello, exigen garantizar la compatibilidad entre prestaciones sociales y el trabajo remunerado, desvincular las pensiones no contributivas de la unidad económica de convivencia, y revisar los criterios para acceder al nuevo Ingreso Mínimo Vital son algunas de las propuestas que la federación pone sobre la mesa.

Estas demandas se suman a otros que el sector exige desde hace tiempo, como el incremento de los recursos destinados a los Centros Especiales de Trabajo hasta llegar a cubrir el 75% del Salario Mínimo Interprofesional o velar por el cumplimiento real de las cuotas de reserva en empresas ordinarias.

El reto de la jubilación
Una de las problemáticas clave que se pide resolver es el de la jubilación anticipada. El sector recuerda que las personas con discapacidad intelectual tienen un envejecimiento prematuro y muchas más dificultades de acceder al mercado laboral a lo largo de su vida.

Por ello, plantean revisar la normativa actual y adaptarla. En concreto, proponen reducir la edad mínima de jubilación a las personas con especiales dificultades, situándola en los 45 años, o reducir el periodo mínimo de cotización exigido para tener derecho a la pensión de jubilación, estableciéndolo en diez años.

Sólo uno de cada cinco tiene trabajo
Según datos del INE, en el año 2019 la tasa de empleo entre las personas con discapacidad intelectual sólo llegaba al 20,4%, mientras que la de las personas sin discapacidad se situaba en un 66,9% de. Esto representa que en 2019 sólo una de cada cinco personas en activo con discapacidad intelectual estaba trabajando.

Esta situación, además, se ha visto agravada por la crisis de la Covidien-19 y cerca de un 10% de personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental ocupadas en la empresa ordinaria ha perdido su trabajo en el último año, según datos de la fundación.

"Hay que avanzar hacia el objetivo de garantizar el derecho al trabajo de todos por la vía de incrementar de manera significativa las oportunidades de encontrar trabajos adecuados para todas las personas con discapacidad intelectual que quieran trabajar", explica Carles Campuzano Director de Dincat.

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