Escuela de padres en la oficina

Un día, una de las personas que acuden a la escuela de padres que Edith Lando (43 años, Luanda, Angola) tiene entre su oferta de Centro Excellence, en Tarragona, le preguntó si no podría llevar esa formación a las empresas, como una parte más de la conciliación familiar. No son pocos los padres y madres que se llevan sus problemas al trabajo, retenidos en su mente como buenamente pueden, hasta que llega el momento de volver a casa.

Esta emprendedora de Tarragona decidió aceptar el reto, y en pocas semanas empezará con algunas empresas de las comarcas de Tarragona esa formación a medida para los trabajadores de esas organizaciones. En Centro Excellence, fundado en 2016 por Edith Lando en Tarragona y donde colaboran hoy media docena de profesionales, «trabajamos con familias, escuelas... ahora trabajamos con empresas en las que los ejecutivos entienden qué es la conciliación laboral».

«Trabajamos con empresas en las que los ejecutivos entienden qué es la conciliación» (Edith Lando)

Nacido como un centro para atender las necesidades de las familias con hijos con altas capacidades, donde niños, adolescentes y adultos exploran sus talentos y mejoran su autoconocimiento y la comprensión del otro, Edith Lando cree que ahora es el momento de dar un paso más. La escuela, el hogar y las actividades extraescolares son una parte, pero olvidar el ámbito profesional es un error.

«Hay estudios que señalan -relata Edith Lando- que, en los EEUU, nueve de cada diez trabajadores declaran que trabajarían más concentrados si supiesen hacer mejor de padres». En el caso de la propuesta de Edith Lando, lo que hacen son programas de formación a medida en las empresas donde «hablamos a los trabajadores como padres, para que no se lleven al trabajo sus problemas, dándoles herramientas para gestionar ese nerviosismo que les impide concentrarse en el trabajo».

Cinco salas de actividades

La última iniciativa de Edith Lando con la formación en empresas es, junto a la organización de la tercera edición de unas jornadas sobre alta capacidad que se celebrarán el próximo 16 de marzo en Tarragona, un paso más en un proyecto que arrancó hace años de su experiencia docente en secundaria. Tras cursar dos másters en coaching, esta licenciada en Químicas empezó a trabajar con ‘ni-nis’ adolescentes que habían dejado colgados los estudios de la ESO.

«Me di cuenta de que, entre los que habían quedado fuera del sistema porque se habían perdido, había muchos que eran muy inteligentes», recuerda esta tarraconense. «Así es cómo entré en las altas capacidades, y vi la importancia que tenía la parte emocional, donde los responsables somos los adultos y, más concretamente, los padres».

Hoy, a su centro emplazado en la Rambla Nova de Tarragona y equipado con cinco salas de actividades distintas acuden una veintena de niños y niñas con sus respectivas familias. Repartidos por grupos o de forma individualizada, la franja de edad va desde los 5 ó 6 años hasta pasado los 18 años, sin contar la formación para adultos.

Una sesión individualizada de una hora, sea presencial o por Skype, asciende a 60 euros, mientras que una hora y media semanal en un grupo cuesta 120 euros al mes. El objetivo no es otro que «la gestión de las emociones y el autoconocimiento: saber en qué eres bueno y qué puedes aportar. Que la gente no se sienta mal porque haya una diferencia».