'Estaría bien que el viticultor con mula usase también dron'

Fran Garcia, responsable de Agricultura 4.0 en la comisión de Industria 4.0 de Enginyers de Catalunya y director de la empresa Agromapping

26 noviembre 2018 18:16 | Actualizado a 26 noviembre 2018 18:33
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Fran Garcia es Ingeniero Agrónomo por la Universitat de Lleida y doctor en Crop Sciences por la Universidad de Copenhague. Consultor en nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura, agricultura de precisión y especialista en teledetección, es fundador y director de la empresa Agromapping, además de responsable del grupo de trabajo de Agricultura 4.0 en la comisión de Industria 4.0 de Enginyers de Catalunya. Recientemente estuvo en la Cambra de Comerç de Reus, donde participó en una jornada organizada por el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y por el Col·legi d’Enginyers Agrònoms de Catalunya, para hablar de nuevas tecnologías en agricultura. 

¿Igual que hablamos de Industria 4.0, hay una Agricultura 4.0?
Efectivamente. En el año 1900 todo era agricultura tradicional. En los años cincuenta del siglo pasado llegaron los fertilizantes, los híbridos, los pesticidas... fue una revolución. Luego, en los años noventa aparecen los GPS y, con ellos, la agricultura de precisión. En 2010 aparece la Agricultura 3.0, cuando toda esta tecnología se abarata y es más accesible y digital. Ahora estamos en la Agricultura 4.0, que consiste en conectar esas máquinas inteligentes.

"El vehículo agrícola autónomo, a nivel comercial aún no ha llegado"

La Internet de las Cosas, en este caso de tractores y cosechadoras. ¿Cuánto hay de presente y cuánto de futuro en esto?
Depende del lugar y del cultivo. EEUU, Australia o Brasil, con una importante agricultura cerealística, lo están incorporando. Esta tecnología es importante para la gestión de las flotas: con rutas, consumos... incluso para algo de mantenimiento predictivo, con sensores en el tractor que, tras analizar muchos y muchos datos, te pueden indicar dónde puede fallar.

¿Y con tractores autónomos?
El vehículo agrícola autónomo, a nivel comercial todavía no ha llegado. Hay algunos robots de fabricantes franceses, sobre todo en viñedos, pero poco más.

"En el mundo hay a día de hoy mucha más oferta de tecnología que demanda de incorporarla"

¿Cuando se sale del cereal, queda algo de esa Agricultura 4.0?
Si vamos a otros cultivos, como la fruticultura o la viticultura, el nivel de tecnificación es bajo o nulo. Aunque hay excepciones, a nivel mundial hay a día de hoy mucha más oferta de tecnología que demanda de incorporarla.

Mucho vendedor de dron para tan poco comprador.
Podría decirse así. Hay cierto interés, pero también la percepción de que no hay retorno de la inversión que lo justifique.

¿Y está fundamentado?
Ha habido toda una burbuja de startups financiadas con millones de euros y muy poca sensibilidad hacia el agricultor. Personas que no habían pisado en toda su vida la tierra, iban y le decían al agricultor cómo tenía que trabajarla. Iban a venderles drones, efectivamente. ¿Tú piensas que un agricultor te va a comprar un dron? Pues no. Te van a comprar prescripciones. Igual que cuando vas al médico, no compras una máquina de radiografías.

"Ha habido una burbuja de startups financiadas con millones y muy poca sensibilidad hacia el agricultor"

¿Compran análisis de datos, servicios...?
Pasando por el filtro de un ingeniero agrónomo, por ejemplo.

¿Para hacer qué?
Para cambiar. Lo que está claro es que hace falta un cambio de paradigma en la agricultura. No podemos producir como antes, pero en eso los agricultores son un poco reacios al cambio. Por eso estamos intentando que no sea una revolución, sino una pequeña adaptación, introduciendo pequeñas herramientas digitales y pequeños cambios que en cuatro, seis o diez años permitan una transformación total.

"Una herramienta ampliamente aceptada hoy es el autoguiado GPS de alta precisión en maquinaria agrícola"

¿Tiene ejemplos concretos?
Por ejemplo, una herramienta ampliamente aceptada como el autoguiado GPS de alta precisión, que te permite guiar el tractor por el campo con un control de secciones y trayectorias invisibles que, si ajustas bien, permiten un ahorro de producto y menos contaminación al no derrochar abono o pesticida. Pero es que estos mismos GPS nos permiten también establecer zonas de vigor en el campo y así poder asignar al tractor la dosis según las condiciones, detectando franjas de suelo pobre o menos productivas.

¿Tractores inteligentes?
Sí. ¿Cómo mapeamos estas zonas de campo? Pues con sensores a bordo del tractor, con pequeñas cámaras infrarojas que te dicen cómo hace la fotosíntesis la planta, o con imagen satelital, mirando cómo refleja la luz la planta y viendo así su capacidad de fotosíntesis y la necesidad de nitrógeno que tendrá. Estos mapas de ambiente los puedo poner en la controladora del tractor, y la máquina sabrá qué dosis de siembra, pesticidas o herbicidas ha de dejar en cada punto. Hoy, esto se está haciendo con los cereales, pero también se aplica en viñedos.

"Ni un 10% de los agricultores catalanes utilizan hoy alguna de estas herramientas de Agricultura 4.0 de forma recurrente"

¿Acaba aquí la sensorización?
Hay otras herramientas de sensórica: estaciones climáticas, sensores de humedad del suelo, de pluviometría... todo esto nos da unas pautas de cómo se comportan los campos, y a partir de aquí se pueden hacer diagnósticos, dosis de riego y alertas de climatología a nivel de parcela, para que el pequeño agricultor lo pueda tener conectado a una plataforma web y con la posibilidad de gestionar desde el móvil.

¿Quién está haciendo todo esto en Catalunya?
No tenemos estadísticas, pero yo le diría que el porcentaje de agricultores que en Catalunya utiliza hoy alguna de estas herramientas de forma recurrente no llega al 10%.

"No podemos seguir produciendo alimentos tal y como se hacía hace 30 ó 40 años, porque no es sostenible ni económica ni medioambientalmente"

¿Por qué dice que necesitamos este cambio de paradigma?
Porque el mundo tendrá que incrementar su producción de alimentos en un 70% de aquí al año 2050. Y eso no podemos hacerlo tal y como se hacía hace 30 ó 40 años, porque no es sostenible ni económicamente ni medioambientalmente. ¿Qué sentido tiene hacer un tratamiento herbicida en todo el campo si sólo afecta a un 30% de él? Hay que pasar de una agricultura reactiva, en la que si tengo una plaga entro con todo a combatirla, a una agricultura predictiva, donde nos adelantemos a ella gracias al análisis de grandes volúmenes de datos.

"Los consumidores han de hacer un cambio, premiando la profesionalización y la tecnología de los agricultores"

¿Y por qué no están entrando nuestros agricultores en esto con más intensidad?
Una explicación es que la agricultura catalana está llena de explotaciones pequeñas, poco profesionalizadas, con personas que no trabajan al 100% en ellas. Aún así, la tecnología y la digitalización serán cada vez más presentes. Pero igual que los agricultores han de hacer un cambio, la sociedad, es decir los consumidores, también deben hacer ese cambio, premiando esa profesionalización y esa tecnología.

¿El perfil de consumidor dispuesto a pagar por producciones ecológicas y de proximidad, lo hará también por el uso de drones?
Ése es el reto, y muchas veces chocamos con el marketing. En ocasiones, el uso de tecnología parece que va contra la marca, contra una imagen. Y no tiene sentido. Las bodegas que están usando el burro y la mula, ¿por qué no pueden tener a la vez un control exhaustivo de cómo crecen los viñedos? Yo no digo que no usen la mula, pero sí que miren cómo crecen los viñedos con tecnología. ¿Por qué no apoyarse en ella para hacer una vendimia sectorizada cuando la uva está en su momento óptimo?

¿Vender mula y a la vez dron?
¿Por qué no? El de la mula, estaría muy bien que usase a la vez un dron. Pero el uso de la tecnología hay que comunicarlo con un buen marketing.

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