Guardar como recuerdo la réplica de un bebé

Cristina Iglesias impulsó la empresa Clon Factory y con ella creó Babyclon, la primera marca nacional de muñecos de silicona hiperrealistas a nivel profesional, que actualmente tiene establecido su taller en Deltebre (Terres de l’Ebre)

17 enero 2019 18:23 | Actualizado a 17 enero 2019 18:29
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¿Había imaginado nunca la posibilidad de poder guardar el recuerdo de un bebé, con una réplica hiperrealista del mismo? La marca Babyclon lo consigue. 

Cristina Iglesias, especialista en el mundo de los efectos del cine, impulsó la empresa Clon Factory y con ella creó Babyclon, la primera marca nacional de muñecos de silicona hiperrealistas, toda una revolución en este sector. 

La marca empezó ofreciendo unos diseños base en el catálogo y, a partir de ellos, los clientes pueden realizar cualquier petición, como escoger el color del cabello, de la piel o de los ojos, entre muchas otras combinaciones. 

Pero eso no es todo, porque además Babyclon puede realizar cualquier petición desde cero. De hecho, Iglesias explica que en los últimos años se han reducido bastante los pedidos de modelos del catálogo y han aumentado los pedidos de babyclons creados específicamente a medida del cliente. Es decir, cada vez hay más personas que piden réplicas de bebés reales.

Y, aunque los clientes habituales de Babyclon son coleccionistas de arte -más concretamente coleccionistas de muñecos de todo tipo-, cada vez son más las personas que, sin ser coleccionistas, piden este tipo de piezas para poder tener como recuerdo la réplica de un bebé. «Por ejemplo, ahora tengo una clienta que me ha pedido la réplica de sus cinco nietos, que ya son mayores, y le hace ilusión tenerlos como cuando eran bebés», explica Iglesias. En este caso, las réplicas se hacen a través de fotografías: «cuantas más imágenes pueda ver, y de diferentes ángulos, mejor», apunta Iglesias. 

Eso sí, cada vez que se pide un detalle extra o una réplica exacta de un bebé, el precio va aumentando. La base, el modelo más económico del catálogo, tiene un precio de 1.100 euros. A partir de aquí, todo va sumando. En el caso de las réplicas, el precio es a partir de 4.000 euros por pieza.  

Réplicas de bebés, muñecos de fantasía y todo tipo de piezas adaptadas al cliente. Piezas que se distribuyen por todo el mundo y que salen de un pequeño taller ubicado en el municipio de Deltebre (Terres de l’Ebre), pueblo natal de Iglesias. Aunque la empresa nació en el País Vasco, Iglesias volvió en el año 2018 a Deltebre y trasladó allí su taller. 

El traslado fue progresivo porque, según explica, tuvo que formar un equipo para poder trabajar con la marca Babyclon, que es actualmente el puntal principal de la empresa. La marca ha crecido y se ha desarrollado de forma muy positiva. Por eso, ahora Iglesias tiene como objetivo impulsar otros proyectos de la empresa Clon Factory, más centrada en el cine y los efectos especiales.

En este línea, se intuye un año importante. Grandes proyectos entre manos, proyectos que van lentos debido a su magnitud, pero que vienen pisando fuerte. Iglesias avanza alguna de sus ideas. 

Para este nuevo año está previsto cerrar un acuerdo para la fabricación de muñecas adultas. 

Por otro lado, Clon Factory está negociando con una empresa de juguetería española que les pide la fabricación de muñecos de silicona. «Cada vez está creciendo más la demanda de babyclons como juguetes para niños, cuando realmente esta no es su utilidad, son piezas de arte». Por eso, en este caso, la fabricación de muñecos de silicona se adaptaría a su fin.

De hecho, este último año Iglesias ya ha empezado a impulsar Clon Factory con pequeños proyectos para el cine o anuncios de la televisión. También trabajan construyendo piezas realistas de diferentes partes del cuerpo para la práctica quirúrgica de médicos. 

Con estos pequeños proyectos su equipo ya ha empezado a familiarizarse con otros aspectos y con trabajos diferentes. Con muchas ideas en la cabeza, Iglesias apunta que todavía hay mucho por conocer en Clon Factory.

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