Hormas para pies hechas con las manos

Mayte Badelles y Miguel Angel Ruiz elaboran sus creaciones de calzado artesano desde un pequeño taller de El Catllar 

21 noviembre 2017 10:08 | Actualizado a 21 noviembre 2017 10:36
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Zapatos, evidentemente para los pies, pero hechos con las manos. Las manos artesanas de Pinrel, el taller  ubicado en El Catllar del cual salen las creaciones exclusivas en calzado de la pareja formada por Mayte Badelles y Miguel Angel Ruiz.

Han trasnscurrido casi quince años desde que Pinrel iniciara sus actividades, en un principio dedicadas a la marroquinería, pero que paulatinamente cedieron el  paso a la confección de calzado artesano. En el taller se gestiona todo el proceso que implica la realización de un calzado hecho a mano, a través de varias líneas de trabajo: diseño, patronaje, elección de pieles, corte y cosido de la pieza, montaje del zapato y realización manual de las suelas.

La suma de estos factores y el ‘amor’ que Mayte y Miguel Angel ponen en el trabajo da como resultado final unos zapatos elaborados de forma tradicional pero con una mirada muy actual. «Interpretamos diseños tradicionales desde una óptica cosmopolita y actual», subraya Mayte. Para percatarse de lo dicho, a uno le basta con echar una ojedada a la página web de Pinrel y ver los distintos y orginales modelos del catálogo.

Para presentar a los creadores de estos calzados, digamos que  Mayte Badelles es licenciada en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona y que posteriormente aprendió técnicas de patronaje. Por su parte, Miguel Angel Ruiz se formó a la vera del reconocido maestro zapatero artesano Pitu Cunillera, lo que le ha valido la credencial de artesano.

'Interpretamos diseños tradicionales desde una óptica cosmopolita y actual'

El trabajo de patronaje, que realiza Mayte, implica conocimientos de dibujo técnico, donde prima la precisión «ya que un milímetro cuenta en el resultado final, cuyo objetivo es conseguir una pieza de primera calidad», explica la diseñadora. Indica que la elaboración manual del zapato es larga y minuciosa, «consta de múltiples pasos, su construcción es dinámica y multidisciplinar y nos ocupamos de la elaboración del zapato, de principio a fin».

Por otro lado, Pinrel pone especial atención en la elección de pieles, primando la calidad  y el origen. Solamente trabajan con pieles procedentes de ganado vacuno y porcino, evitando el uso de otros animales que no estén destinados al consumo humano. 

El ‘aparado’ (proceso del cortado, cosido de las piezas, forro y  montaje), que realiza Mayte, pasa luego a manos de Miguel Angel, que pone la plantilla y la suela para finalizar el montaje del zapato. No obstante, parte del citado ‘aparado’ han tenido que externalizarlo a una empresa alicantina «porque no dábamos abasto», subraya Miguel Angel.

Y es que la pequeña empresa artesana ha venido experimentando un gradual crecimiento, con una producción que el año pasado alcanzó los 700 pares de zapatos, y todo apunta a que para el presente ejercicio  puede alcanzar el millar. La pareja de zapateros se muestra  satisfecha de los resultados económicos y beneficios obtenidos por las cifras de negocio, con el valor añadido de «poder trabajar en lo que nos gusta y apasiona».

¿Cómo comprar en Pinrel? Pues contactando con ellos, elegir el par de zapatos que más guste y si en ese momento se encuentra en stock se manda de inmediato. Por contra, si no se encuentra entre las existencias o bien se desea una combinación de colores diferentes, se tienen listos en unos  10-16 días. Se facilita un número de cuenta para que el cliente abone el importe del pedido o, si se prefiere, contra reembolso.

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