La Catalunya Sud emprende

La tasa de actividad emprendedora de las comarcas de Tarragona fue en 2019 la más alta de entre las cuatro demarcaciones catalanas

09 noviembre 2020 08:07 | Actualizado a 22 febrero 2021 18:33
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La Catalunya Sud emprende. La tasa de actividad emprendedora de las comarcas de Tarragona fue en 2019 la más alta de entre las cuatro demarcaciones catalanas, según los resultados del último Global Entrepreneurship Monitor (GEM)-Catalunya 2019-2020.

Con una TEA (Total Entrepreneurial Activity) del 14,44%, Tarragona cuenta con el porcentaje más alto en Catalunya de personas entre los 18 y los 64 años que han puesto en marcha una empresa durante el último año sin llegar a pagar salarios más de tres meses (emprendedores nacientes) o que poseen un negocio que ha pagado salarios entre tres y 42 meses (emprendedores nuevos).

Un 58% de la población adulta catalana consideraba en 2019 que emprender otorga estatus social y económico, frente al 70% de los países de altos ingresos

Esa tasa sitúa a las comarcas del sur de Catalunya por delante de Lleida (con una TEA del 14,26%), Barcelona (7,14%) y Girona (7,12%), y más de seis puntos por encima de la media catalana, que en 2019 fue del 8,31%. Tras el estallido de la pandemia de Covid-19, sin embargo, esa fotografía de 2019 podría ser Prehistoria. ¿Qué sensaciones da hoy el emprendimiento en la Catalunya Sud?

Carlos Guallarte, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director de este estudio, recuerda que el margen de error muestral en Tarragona (un 6,76%) es más alto que en el conjunto de Catalunya (2,19%). Hecha la salvedad, la pandemia sin duda abre nuevas perspectivas. «Si el comportamiento es similar al de la otra crisis -analiza Guallarte, en referencia a la Gran Recesión de 2008-, supongo que también se notará el emprendimiento por necesidad, que se concentró sobre todo entre 2011 y 2014».

La percepción de que emprender es una buena opción profesional es compartida por el 63% de los catalanes adultos, por encima de los países de altos ingresos (60%)

Pero, a diferencia de otros momentos, la autoocupación no parece que pueda seguir ahora los mismos patrones. Capitalizar el paro y montar un pequeño negocio de cara al público no se perfila como una salida a corto plazo. «Todo ese tipo de negocio relacionado con el turismo, los servicios, el ocio... va a quedar muy tocado. Seguramente, durante un año o dos la gente intentará subsistir como pueda hasta que surjan oportunidades», vaticina este profesor de la UAB.

La aceleración de la transformación digital concentra muchas de estas oportunidades en proyectos de base tecnológica, al alcance solo de unos determinados perfiles emprendedores. Son los que se están encontrando hoy en la Càtedra d’Emprenedoria de la Universitat Rovira i Virgili (URV), cuyo director, Xavier Càmara, constata que se están recogiendo los frutos de un trabajo constante a lo largo de años: «Ya hace tiempo que aquí en el territorio las cosas se están trabajando bien, con centros e instituciones que dan apoyo al emprendimiento». «De unos 40 emprendedores anuales asesorados en la cátedra hemos pasado a más de 100 -explica Càmara-, y cada vez más los estudiantes se están acogiendo al emprendimiento como una opción real».

Con una tasa de desempleo juvenil del 40,4% en el último barómetro de Eurostat, España es el estado miembro de la Unión Europea con las oportunidades laborales más sombrías para sus jóvenes, solo seguido por Grecia (un 37,8% de desempleo juvenil) y a mucha distancia de la media de la UE (17,1%) y de estados como Países Bajos (10,7%) o Alemania (6%).

«Un universitario con talento y creativo prefiere mil veces montar su negocio que ir de asalariado» (Xavier Càmara)

Necesidad y oportunidad

¿Es el emprendimiento una salida laboral en formato de autoempleo para estos jóvenes? Aunque pueda terminar siéndolo, Xavier Càmara ve particularidades cuando hablamos de «la comunidad universitaria, que es de donde se alimenta la Càtedra d’Emprenedoria».

«Los emprendedores -explica Càmara- lo ven como una salida atractiva, porque un universitario con cierto talento y creativo, todavía sin obligaciones familiares, prefiere mil veces montarse su negocio que ir de asalariado a una empresa donde anulen su creatividad. Ellos tienen un talento que pueden explotar, más que una cuestión de necesidad».

«El empendimiento por necesidad -prosigue- acostumbra a estar alrededor del 25%. El otro 75% es por oportunidad. No pienso que la necesidad sea la gran base. Quizás ahora [con la crisis derivada de la Covid-19] se incremente a un 30%, pero en épocas de crisis no pasaba de ahí».

«Hoy en día -vaticina Càmara-, con la Covid, ha cambiado el panorama. Para poner en marcha un negocio digital no es suficiente con capitalizar el paro y ponerle ganas. No todo el mundo podrá hacer ese emprendimiento para salir de la crisis».

De nuevo el reskilling (la recapacitación en habilidades que no se tenían) se asoma como determinante en los próximos tiempos. También el hecho de vencer algunos prejuicios. Entre ellos, «una percepción de oportunidades para emprender que en Catalunya es menor que en otros lugares de la Unión Europea -destaca Carlos Guallarte, de la UAB-, junto a la baja consideración de que emprender genera buen estatus social y económico, que yo asocio a la baja proyección de modelos de emprendedores de proximidad».

«Durante un año o dos, la gente intentará subsistir como pueda, hasta que surjan oportunidades» (Carlos Guallarte)

Unos modelos que, también, se encuentran en la Catalunya Sud, y que «aunque es cierto que no tenemos la masa crítica de Barcelona -resalta Xavier Càmara, de la URV-, en el futuro irá a más, porque tenemos talento y se están haciendo muchas cosas de base tecnológica, y estamos posicionados para tener sedes de empresas tecnológicas en Tarragona, aunque se aprovechen de la marca Barcelona».

Arranca la incubadora tecnológica ‘Sensor’

La pasada semana culminó el proceso de selección de candidatos para la nueva incubadora tecnológica ‘Sensor’, impulsada por Redessa y ubicada en el Tecnoparc de Reus, cuya lista final se dará a conocer a mediados de esta semana.

Albert Boronat, gerente de Redessa, destaca que, «de las 20 candidaturas que han pasado a la siguiente fase, entre un 75% y un 80% están lideradas por personas con estudios universitarios y superiores».

«La mayoría tienen ideas muy buenas, muy revolucionarias -explica Boronat-, que tocan nichos de mercado». Son emprendedores de oportunidad, antes que por necesidad. «El perfil de emprendedor con el que nos estamos encontrando hoy -añade Boronat- es el de gente que lo lleva en la sangre, con ideas para cambiar el mundo, y que se lanza a ello».

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